La comparecencia de este lunes de la portavoz del Partido Socialista, Esther Peña, escondía una petición especial del secretario general. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le pidió que en la rueda de prensa mandara un mensaje de agradecimiento a todos los líderes territoriales que han cerrado filas con él y no han criticado públicamente ni los indultos parciales, ni la ley de amnistía, según ha podido saber Confidencial Digital de fuentes de la cúpula socialista. Un boomerang que da de lleno al único barón que continúa en el mando y se ha opuesto, en reiteradas ocasiones, a ambas medidas, Emiliano García-Page.
"La comisión ejecutiva federal quiere agradecer la firmeza de nuestros secretarios generales en todas las federaciones, en todos los territorios (...) Y dar las gracias a todos los que han estado de acuerdo con nuestra política. Sabemos que todo este tiempo no ha resultado fácil (...) Hoy podéis decir que el tiempo os ha dado la razón", afirmó Peña.
El jefe del Ejecutivo quiso acordarse de todos los militantes y dirigentes que forman el PSOE y mandar un mensaje que reconociera también su lealtad. "Han meses complicados", afirman fuentes socialistas, que recuerdan los ataques a las sedes y el "acoso" que han sufrido los militantes desde que se anunció la elaboración de una ley de amnistía que eliminase todos los procesos judiciales derivados del procès. Pero esta petición también era una indirecta a quienes no han estado del lado de Sánchez en los momentos más difíciles, según afirman fuentes del partido a ECD.
En una Ejecutiva especialmente emotiva, según relatan fuentes de la dirección socialista a ECD, el presidente quiso dar las gracias a todos los presentes y se mostró rotundo: “Teníamos razón”. Los resultados de los comicios catalanes de este domingo dejan al PSC de Salvador Illa como flamante ganador de las elecciones, tanto en votos como en escaños, por primera vez desde la Transición. Y al mismo tiempo, el nacionalismo —que después se tornó en independentismo— no alcanza la mayoría absoluta en el Parlament, que mantenía desde los años 80.
Tal fue la satisfacción que el presidente se acordó de aquellas personas que sí han defendido las políticas de Moncloa y no han salido a criticarla. Durante la pasada legislatura hubo varios barones que se mostraron en contra de las medidas impulsadas por el Gobierno. Tanto el entonces presidente de Aragón, Javier Lambán, como de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Ambos perdieron su poder territorial el 28-M.
Pero la voz más dura con el Ejecutivo la ha llevado el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page. “Que se metan el indulto por donde les quepa”, afirmó en diciembre de 2020, cuando el Gobierno planeaba conceder la medida de gracia a los condenador por el procès. “Es para hacérselo mirar”, aseveró el dirigente castellano-manchego sobre la rebaja del delito de malversación. También criticó la derogación del delito de malversación: “No es el camino”, advirtió en noviembre de 2022. El último ataque a la agenda legislativa de Sánchez fue el pasado marzo, cuando calificó la ley de amnistía como una “mala ley, aunque algunos den saltos de alegría”.
En Ferraz se han mantenido férreos ante todos los dardos que ha lanzado García-Page y han preferido obviar sus palabras durante los últimos años, hasta el pasado enero. El dirigente autonómico aseguró que la dirección del PSOE estaba en el “extrarradio” de la Constitución. El ministro de Transportes, Óscar Puente, respondió con firmeza: "Quien está en el extrarradio del PSOE es el señor Page, desde hace bastante tiempo".
Los comicios del domingo elevaron al PSC y hundieron al bloque independentista. Un objetivo que el Ejecutivo achaca a la estrategia de acuerdos, diálogo y ofrecer una alternativa de Cataluña y de España a los ciudadanos catalanes. Durante la reunión de este lunes, Sánchez se acercó a la portavoz del partido, Esther Peña, para pedirle que, en su discurso, se acordara de todos los miembros del PSOE que sí han defendido todos y cada uno de los pasos que ha dado el Ejecutivo para con Cataluña y los líderes del procès.
Y así lo hizo: "La comisión ejecutiva federal quiere agradecer la firmeza de nuestros secretarios generales en todas las federaciones, en todos los territorios (...) Y dar las gracias a todos los que han estado de acuerdo con nuestra política. Sabemos que todo este tiempo no ha resultado fácil (...) Hoy podéis decir que el tiempo os ha dado la razón", afirmó Peña al poco de comenzar la rueda de prensa.
La dirección socialista vivió este lunes una de las reuniones más satisfactorias de los últimos meses. La política del presidente Sánchez ha girado en torno a Cataluña desde que llegó a La Moncloa en 2018 en mitad de una crisis territorial sin precedentes en democracia. En Ferraz consideran que todas las iniciativas pactadas con los partidos independentistas han supuesto un “acoso” al partido, con el ataque a sus sedes, incluidas las manifestaciones en la casa del pueblo de Madrid. Desde Moncloa siempre han defendido que los acuerdos alcanzados con Junts y ERC en el Congreso se trataban de una forma de apaciguar y calmar un ambiente de crispación provocado por las políticas del expresidente popular, Mariano Rajoy.
Los socialistas ven el resultado del domingo y el batacazo del separatismo como un espaldarazo a todas estas medidas. “Han sido años muy duros”, aseguraban fuentes de la cúpula del PSOE. Las emociones estaban a flor de piel en la Ejecutiva de este lunes y fuentes presentes en el encuentro aseguran que la emotividad fue máxima, especialmente, en la recta final de la reunión.
La ley de amnistía, la más polémica de las concesiones al independentismo —que la exige desde que se judicializaron los hechos acontecidos durante el 1-O— se encuentra ahora en pleno trámite con las elecciones europeas en el horizonte. El impulso de las catalanas ha reforzado el discurso de Moncloa y tratarán de dirigir el mensaje a enfatizar el buen resultado que han tenido tanto la amnistía como el resto de medidas para menguar el independentismo en Cataluña.
Este martes, el Senado, —donde el Partido Popular tiene mayoría absoluta—, ha rechazado la norma, que volverá al Congreso esta semana o la que viene para obtener el “sí” definitivo de la Cámara Baja.
