Con esta última experimentó ya desde adolescente, con la lectura de los arcanos mayores, descubriendo que la «magia» existía. Además de sus experiencias, vivencias y creencias, influyó en gran medida el cariño y la fascinación que provocaron en ella sus alumnos de etnia gitana y una novela en concreto que leyó de joven, de Katherin Neville, El círculo mágico, en la que se hablaba de la sibila de Cumas, que nació con el don de la profecía.