Mientras que los economistas y los inversores elogian los resultados estelares del crecimiento estadounidense en los últimos 18 meses, el 51% de los consultados en el sondeo Michigan-Ross cree que está peor desde que Joe Biden es presidente.
El reciente repunte de la inflación en Estados Unidos parece haber revertido cualquier avance del presidente Joe Biden en su intento de convencer a los votantes de que puede gestionar la economía mejor que Donald Trump.
El sondeo, realizado entre el 2 y el 6 de mayo, revela que, tras un ligero repunte en abril, los índices de aprobación de Biden en materia económica volvieron a caer a niveles que llevarán pesimismo a los funcionarios de la Casa Blanca. Esto se produce después de que los datos de precios mostraran que la inflación estadounidense podría ser más fuerte de lo previsto a principios de año.
Los resultados se suman a la sensación de que el mensaje de la administración Biden sobre la economía -que se ha centrado en gran medida en las mejoras salariales de los trabajadores estadounidenses- no está convenciendo a los votantes.
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Mientras que los economistas y los inversores elogian los resultados estelares del crecimiento estadounidense en los últimos 18 meses, los votantes no lo hacen.
La encuesta muestra que el 71% de los 1000 encuestados cree que las condiciones económicas son negativas. La cifra está en línea con la de meses anteriores, lo que indica que tiene poco que ver con la noticia de que el crecimiento se ralentizó hasta una tasa anualizada del 1,6%, por debajo del 3,4% del cuarto trimestre del año pasado.
La encuesta sugiere que las Bidenomics -un conjunto de políticas dirigidas principalmente a proporcionar empleos verdes y a reconstruir la deteriorada infraestructura de EE.UU.- no funcionan como marca. Sólo el 28% de los encuestados opinaba que las políticas económicas del presidente estadounidense habían ayudado al país, frente al 49% que pensaba que habían empeorado las cosas. El 35% de los encuestados dijo que habían perjudicado mucho a la economía. Esta cifra es la peor desde que comenzó la encuesta en noviembre de 2023.
Cabe mencionar que otras encuestas señalan una desconexión entre lo que piensan los estadounidenses sobre sus propias circunstancias económicas -a menudo moderadamente positivas- y las del país, donde son abrumadoramente pesimistas.
Sin embargo, la encuesta de Michigan-Ross revela que más de la mitad de los encuestados -el 51%- cree que está peor desde que Biden es presidente.
En cuanto a la política exterior, la encuesta también ofrece algunos motivos de preocupación para la campaña de Biden.
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Algo menos de la mitad de los votantes (el 47%) afirma que EE.UU. está proporcionando demasiada ayuda militar y financiera a Israel. De nuevo, se trata de una cifra récord.
Las tensiones se manifiestan en los campus universitarios estadounidenses y en el estado clave de Michigan, donde una elevada proporción de votantes musulmanes -que tienden a inclinarse por los demócratas- se encuentran entre los que han señalado que rechazarán a Biden por su apoyo a Israel.
Con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aparentemente decidido a que sus tropas entren en Rafah -algo que la Casa Blanca le ha desaconsejado en repetidas ocasiones-, el enojo podría empeorar en los próximos meses.
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El uso de fondos estadounidenses para la guerra de Ucrania es aún más impopular, ya que el 50% de los encuestados afirma que la ayuda es excesiva. Esa cifra aumentó cuando se dijo a los encuestados que Biden había aprobado recientemente un paquete de ayuda exterior de u$s 95.000 millones que incluye dinero para Ucrania, Israel y Taiwán.
Más de la mitad de los votantes -el 53%- apoya la propuesta del Congreso de prohibir TikTok, la app de redes sociales de propiedad china, a menos que la empresa se venda íntegramente a inversores no chinos. El 54% de los encuestados dijo que era justo describir la app como una gran fuente de fake news sobre temas importantes, mientras que el 45% la consideró una amenaza para la seguridad nacional.
Otra serie de preguntas, esta vez sobre comercio, puso de relieve el sentimiento anti-chino del público estadounidense.
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Cuando se le preguntó a los encuestados su opinión sobre los fabricantes estadounidenses de paneles solares que utilizan piezas extranjeras, el 42% de los encuestados pensaba que las importaciones deberían restringirse si mermaban el crecimiento estadounidense o destruían puestos de trabajo en EE.UU. En cambio, el 45% opinó que deberían permitirse si reducían los costos y fomentaban la adopción de la energía solar.
En una pregunta alternativa sobre si deberían permitirse los componentes procedentes de China, el 47% de los encuestados respondió que, en general, deberían restringirse, mientras que sólo el 40% opinó lo contrario.
Esto es un buen augurio para la estrategia de la Administración Biden de proteger la industria estadounidense con planes para cuadruplicar los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos.
