PESTAÑA j36-getafe-atletico-liga23/24 Crónica 4 Los doce kilómetros de distancia que separan el Coliseum de la pradera de San Isidro, el tardío horario previo a un día laborable y los pocos alicientes clasificatorios que tiene el encuentro invitan más a celebrar la festividad madrileña que a acercarse al enfrentamiento entre Getafe y Atlético de Madrid. Aun así, miles de aficionados optan por dejar en el armario el traje de chulapo y sacar sus camisetas azulonas y rojiblancas. Una decisión digna de elogio. Los de Bordalás saltan al césped sin ningún apuro en la tabla, pero con la ilusión de poner fin a la eterna racha de enfrentamientos (24) sin ganar ante sus vecinos. Greenwood, uno de esos jugadores que puede dar la razón a aquellos que escogen fútbol antes que verbena, gambetea en dos ocasiones para deshacerse con maestría de Llorente y Witsel, pero su disparo con la derecha sale demasiado centrado. Carmona se propone animar el partido con una peligrosa cesión con la cabeza, ante la que Soria reacciona para evitar un autogol de tintes surrealistas. El Atlético reacciona gracias a las asociaciones de su banda derecha, con la calidad de Barrios y De Paul y la profundidad de Llorente. Los rojiblancos dejan de recular para encimar a los getafenses y asumir el control del partido. Y a los pocos minutos del crecimiento colchonero, el marcador refleja su superioridad. De Paul vislumbra el desmarque de Griezmann a la espalda de la zaga azulona y le ubica el esférico en la bota con un milimétrico envío. El control del francés mejora el pase del argentino, deja sentado a Soria y le deja la puerta vacía para adelantar a los rojiblancos. Hermoso opta por complicar la vida a los suyos, pero Oblak arregla el desaguisado generado por el defensor. Un centro temerario del madrileño en salida de balón hacia su área desemboca en los pies de Greenwood, cuyo potente disparo es repelido hacia el larguero de forma espectacular por el esloveno. Renacer de Griezmann Correa se pelea durante toda la primera mitad con la línea del fuera de juego. Primero, el linier anula un gol del argentino, claramente adelantado. Antes del descanso, De Paul, con un nuevo envío preciso y delicioso, encuentra al rosarino, cuya asistencia no atina a rematar Lino, al contrario que Griezmann, que vuelve a alojar la pelota en la red. El asistente vuelve a levantar su banderín ante la posición de Correa, aunque tras una revisión de casi tres minutos el VAR da por válido el doblete del francés. Bordalás ansía agitar a los suyos con un triple cambio tras el paso por vestuarios, incluidos dos delanteros, pero nada más lejos de la realidad. El Atlético consigue salvar la presión azulona y genera una transición excelentemente trenzada por Correa, Lino y Griezmann. El argentino se percata de la carrera del brasileño por la izquierda y este, del gran desmarque del galo. Y, por tercera vez, el ariete francés define a la perfección para completar su triplete. Después de varias semanas en las que se le apreciaban signos de agotamiento y durante muchos minutos se le percibía desconectado del juego, Griezmann renace con un 'hat-trick'. La poca tensión competitiva de la que gozaba el encuentro se ve diluida por la abultada diferencia en el electrónico. El técnico del Getafe da entrada a Risco, un juvenil, ante la incrédula mirada de un Vermeeren que sigue sin disputar ni siquiera los minutos más fútiles. El partido llega a su fin para alegría de todos los presentes, los locales por la conclusión en sí misma y los atléticos por consumar de forma matemática su clasificación a la Champions, por duodécima temporada consecutiva. Una nueva presencia en la Liga de Campeones, cimentada sobre la excelencia en el Metropolitano y a pesar del nivel lejos de él, pero certificada con dos victorias sucesivas como visitante.
