El Real Madrid solventó sin problemas su último compromiso liguero antes de iniciar el reto que tiene marcado en rojo en el calendario desde el inicio de la temporada. El equipo dirigido por Chus Mateo sometió sin excesivos apuros a un Casademont Zaragoza que apenas opuso resistencia, para mantener el puso con el Unicaja por el liderato y acudir con mayor tranquilidad y confianza al duelo de cuartos de final de la Euroliga ante el Baskonia que arranca esta semana. Noticia Relacionada baloncesto estandar No Mafias, lesiones falsas y chivatazos: la oscura relación entre la NBA y las apuestas ilegales Pablo Lodeiro Con el cartel de máximo favorito de la competición continental colgado del escudo por su buen hacer en lo que va de curso, al conjunto madrileño le toca ahora demostrarlo sobre la pista, comenzando por la eliminatoria que da acceso a la Final Four. Si consigue el triunfo en este duelo de color español al mejor de cinco partidos alcanzarán su décima presencia en semifinales en las últimas trece ediciones disputadas. Una barbaridad. Pero antes de coserse los logotipos de la Euroliga en la equipación el Real Madrid visitaba el pabelló Príncipe Felipe de Zaragoza. Ante el Casademont tenía una nueva batalla en la guerra que sostiene contra el Unicaja por el primer puesto de la fase regular de la Liga Endesa . Y lo superó sin mayores complicaciones. El argentino Campazzo regresó al cinco inicial después del golpe que sufrió en el clásico ante el Barça y el equipo blanco empezó el choque algo distraído. Sin embargo, su acierto en defensa le sostuvo en el marcador, llegando incluso a acabar el primer cuarto ligeramente por delante en el marcador. Un buen punto de partida a partir del cual fue apretando el acelerador para acabar desesperando a su rival. Incluso con cierto déficit de fluidez y de precisión en las manos, la defensa ayudó al Madrid a escaparse en el segundo cuarto, en el que logró asfixiar a los locales. Infalible Deck Aunque el golpe definitivo lo propinaron los de Chus Mateo tras el paso por vestuarios gracias a un Gabriel Deck estelar . El argentino, pletórico tras sus canastas ganadoras ante Zalgiris y Joventut, anotó en Zaragoza 15 puntos sin fallo para darle a los blancos una renta que les permitió incluso aflojar en el último cuarto del partido sin que peligrase la victoria.