Bonitos, cómodos y de lo más versátiles.
Un dos piezas siempre será un acierto. Nos resuelven en esos días donde no sabemos qué ponernos pero no queremos recurrir a la sencillez de un vestido, sino a algo más elaborado y que dé la sensación de haber sido pensado más tiempo -aunque la realidad sea totalmente al contrario-. Y dentro de nuestro armario actúan como un comodín doble, porque funcionan tanto si los llevamos por separado como si los usamos a conjunto.]]>