Las piscinas privadas quedarán fuera de servicio este verano y se estima que alrededor de 80.000 piscinas se verán afectadas.
La sequía se erige como uno de los principales desafíos climáticos que aquejan a nuestro país. Los ardientes veranos y los periodos de escasas precipitaciones agravan esta situación. La tendencia hacia extremos climas está exacerbando lo que solía ser un problema recurrente año tras año, lo que obliga a adoptar medidas preventivas para mitigar sus impactos. En este contexto, la gestión del agua emerge como una prioridad, y las piscinas, un recurso común en muchas áreas de nuestro país y un refugio para muchos durante los meses de calor, no escaparán a las restricciones este verano.]]>