Los requisitos básicos para crear un partido político en España son que lo haga una persona física, –es decir, una empresa o una institución no lo podrían hacer–, que el ciudadano sea mayor de edad y que tenga pleno ejercicio de sus derechos. No hay necesidad de que existan apoyos previos de posibles votantes, ni tampoco una recolección de firmas, pero sí que deben hacerlo al menos tres personas físicas, o promotores, como los denomina la ley.
Otro condicionante para poder crear un partido político es que los promotores no hayan sido condenados por lo penal por asociación ilícita, o por alguno de los delitos graves previstos contra la Constitución, la Corona o el Estado, como recoge el Código Penal en sus títulos del XXI al XXIV. Por ejemplo, personas condenadas por terrorismo. Aun así, si lo fueron y ya ha habido una rehabilitación, podrían seguir formando un partido político.
Victoria Rodríguez-Blanco, profesora de Ciencia Política en la Universidad Miguel Hernández, afirma que crear un partido político en España es “fácil”, ya que funciona como una “asociación”. “Es llamativo porque al final si ese partido político concurre a las elecciones y gana puestos para sus candidatos, estarían ejerciendo funciones públicas”, asegura.
Además de contar con mínimo tres promotores, la formación política tiene que presentar sus estatutos en el acta fundacional, como especifica la ley de partidos políticos (artículo 3). En esos estatutos debe aparecer el nombre, las siglas, el domicilio y su dirección, la página web, el ámbito de actuación, ya sea estatal, autonómico, provincial o municipal y los requisitos que deben cumplir los afiliados para ser admitidos, además de sus deberes como integrantes.
Rodríguez-Blanco también destaca que deben ser “democráticos por ley”, por lo que en ese acta fundacional y en sus estatutos los partidos políticos deben incluir cómo se compondrá su Junta Directiva, o sus órganos de gobierno. La ley también destaca que deberán comunicar los cambios en estos órganos o en los estatutos y deberán publicarlos en su página web.
Una de las claves de la ley y de cómo crear un partido político es que deben ser transparentes, ya sea sobre las personas que lo fundan, sus intenciones y más relevante aún, sobre su financiación.
Rodríguez-Blanco afirma que “los partidos deben ser transparentes con sus cuentas por ley, tienen que comunicar qué fundaciones o asociaciones facilitan dinero a la formación”. De hecho, esas entidades –supuestamente ajenas– estarían vinculadas a un partido político cuando sus aportaciones económicas sean mayoritarias para su fundación, como recoge la ley de financiación de partidos políticos.
No obstante, en lo que se refiere a donaciones, los partidos no tendrían por qué notificarlas a no ser que cumplan una serie de condiciones. Por ejemplo, una misma persona no puede donar más de 50.000 euros al año a un partido, al igual que si esa donación supera los 25.000 euros el Tribunal de Cuentas debe saberlo.
Pero qué pasa tras crear el partido político, ¿es necesario que concurra a las elecciones para las que fue formado? No, no tendría por qué. Victoria Rodríguez-Blanco explica que “no tiene obligatoriedad de presentarse a las elecciones”.
“Podría quedarse en stand-by durante años. Por ejemplo, Vox se creó en el 2013, pero hasta 2018 no se conoció mucho de él”, afirma.
Victoria Rodríguez-Blanco, profesora de Ciencia Política en la Universidad Miguel Hernández
Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos
Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio, sobre financiación de los partidos políticos
