Tras dos años de parón y restricciones a causa de la pandemia, las fiestas y verbenas de verano retoman sus actividades tradicionales y recuperan, en su mayoría, el presupuesto de 2019, llegando en algunos casos a superarlo.
A causa de la crisis sanitaria, muchas de ellas tuvieron que ser suspendidas, como los Sanfermines o el Descenso del Sella, y las que pudieron celebrarse lo hicieron con limitaciones, como las verbenas de Madrid o la Semana Grande de Bilbao. Ahora vuelven a celebrarse con importantes incrementos presupuestarios.
Durante la primera quincena de agosto Madrid disfruta de sus verbenas, tres de las cuales se celebran consecutivamente y en barrios próximos. Las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma protagonizan las actividades de ocio del verano madrileño, y en 2022 el presupuesto que se ha destinado a su organización casi triplica el del año pasado, todavía pandémico.
Madrid Destino, empresa pública del Ayuntamiento encargada de la gestión de estos eventos, ha adjudicado la organización de estas verbenas a la empresa Josep Compte por 228.690 euros con impuestos incluidos. Esto supone un incremento de 147.252 euros respecto a 2021, cuando destinaron 81.437 euros, año en el que la verbena no pudo celebrarse en su totalidad a causa de las medidas covid.
En este sentido, el presupuesto destinado desde el consistorio madrileño a esas tres fiestas también supera el de antes de la pandemia. En 2019, esta cantidad se situó en 204.080 euros, un 10,8% menos que lo que se ha gastado en este 2022.
Tal y como recogen los pliegos, este presupuesto incluye todo lo necesario para el desarrollo de las fiestas de este verano. Por ejemplo, el suministro y montaje de tres escenarios, la colocación de sillas, el tendido eléctrico o los baños.
En cambio, otros municipios han recuperado sus celebraciones tras dos años sin ellas. Es el caso de los Sanfermines, donde los toros han vuelto a recorrer las calles de la capital navarra. El Ayuntamiento de Pamplona contó este verano con un presupuesto de 2,7 millones de euros para estas fiestas, un 17,4% más que en 2019, cuando se invirtieron 400.000 euros menos.
Según indicaron desde el consistorio a Newtral.es, 1,7 millones de euros del presupuesto fueron dirigidos a los gastos del programa de las fiestas de este verano, incluyendo los conciertos y verbenas. El gasto en personal supuso un desembolso de más de 940.000 euros, a lo que se le sumaron los cerca de 95.000 euros destinados a subvenciones para apoyar las actividades de las fiestas, como las que reciben las peñas.
También ha vuelto a celebrarse la Fiesta de las Piraguas, popularmente conocida como Descenso del Sella. Este año, el Ayuntamiento de Ribadesella ha retomado esta actividad, a la que ha destinado casi 6.000 euros para todo lo relacionado con la infraestructura que rodea el río por el que se desarrolla. Esto supone un aumento del 23,8% respecto a 2019, último año que pudo celebrarse antes de la pandemia, cuando esta cantidad se situó en 4.779,5 euros.
Otra de las fiestas que se recupera es la Tomatina de Buñol. Dos años después vuelve la tradicional batalla de tomates –será la edición número 75–, que se celebrará el 31 de agosto a las 12 de la mañana.
Para esta ocasión, el consistorio del municipio valenciano lanzó el pasado mes de abril el anuncio de licitación para el suministro de entre 100 y 140 toneladas de tomate por un valor estimado de 63.000 euros. Sin embargo, no se adjudicó a ninguna empresa, ya que el contrato para esta fiesta quedó desierto, algo que ocurre cuando no se han presentado ofertas, o cuando aún habiéndose presentado no se ajustan a las condiciones establecidas en los pliegos.
Además, la Plataforma de Contratación del Estado no recoge más contratos a este respecto. Desde Newtral.es hemos contactado con el Ayuntamiento de Buñol para conocer cómo se va a llevar a cabo finalmente este suministro, pero a fecha de publicación de este artículo no hemos obtenido respuesta.
Otras fiestas populares del verano son las semanas grandes, siendo especialmente conocida la Aste Nagusia de Bilbao, donde el presupuesto destinado por el Ayuntamiento ha sido prácticamente el mismo que en 2019: 2,4 millones de euros.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Barcelona ya tiene varios contratos en evaluación de cara a La Mercè, la Fiesta Grande de Barcelona, que se celebra entre el 23 y el 26 de septiembre. En este caso, todo lo relativo a su organización no se encuentra centralizado en una única convocatoria, sino que se distribuye entre varias.
Por ejemplo, el valor estimado del contrato para el alquiler, montaje y operativa del espacio previsto para las fiestas de la Mercè en los Jardines de Pla i Armengol se sitúa en torno a los 40.000 euros, y cerca de 36.000 euros para la plaza Sant Jaume. Por otra parte, el servicio de alquiler de vallas de seguridad tendrá un coste aproximado de 14.990 euros, y el de asistencia técnica en materia de seguridad y salud se situará en torno a los 8.150 euros.
No obstante, uno de los contratos de más valor será el de los actos pirotécnicos, con un valor estimado de 125.000 euros. Igualmente, se estima que el coste de la campaña de comunicación de las fiestas y su publicidad será de unos 98.760,33 euros.
Para conocer el presupuesto total que se ejecutará en torno a las fiestas de La Mercè de este año habrá que esperar a la adjudicación de todos los contratos. En 2021, el presupuesto total que se destinó a esta celebración fue de 4,1 millones de euros, tal y como confirmaron desde el Institut de Cultura de Barcelona a Newtral.es.