El número de consumidores en el mercado libre de energía (se pacta un precio entre cliente y suministrador) ha aumentado en más de un millón de contratos en el último año, según el último análisis del mercado de la energía en 2021 de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, (CNMC). El aumento del precio de la luz ha arrastrado a miles de personas a este sistema de precios no regulados entre particular y comercializadora.
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Al mismo tiempo, han aumentado las quejas de los consumidores por irregularidades en ofertas directas, que esconden letra pequeña o no se corresponden con lo pactado, según indican a Newtral.es desde Facua y recogen también los datos del informe de CNMC.
La factura de la luz y los precios de la electricidad han trastocado la balanza del mercado de la energía. Durante el 2021, como recogen los datos de la CNMC del 21 de marzo de 2022 en torno a 1,25 millones de personas cambiaron de la tarifa regulada PVPC a la del mercado libre. En total, hay 29 millones de consumidores. Las campañas publicitarias de las grandes compañías eléctricas en esta dirección han sido constantes.
Este aumento dobla al de los años anteriores. En 2019 aumentó en 660.000 contratos, y en 575.000 en 2020.
Cuando se trata del mercado eléctrico, en España hay dos modelos de contrato de suministro: el del mercado libre y el del mercado regulado. En el mercado libre, el precio de la energía se fija entre el particular y la empresa, y conlleva una factura con un precio pactado, que no se ve afectado por el mercado mayorista, mientras que el otro modelo depende del Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), un sistema regulado por el Gobierno, y que varía en función de los costes de la energía, según explica en este artículo la CNMC.
Como se puede ver en el gráfico, de media, las tarifas del PVPC comparadas con las del mercado libre han sido más bajas, desde 2015 a 2019.
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Rubén Sánchez, secretario general y portavoz de la asociación de consumidores Facua, explica a Newtral.es que una de las razones para que tantos consumidores se hayan pasado al mercado libre es que el PVPC está en máximos históricos. “Hay comercializadoras que han aprovechado los beneficios tan brutales que están teniendo al vender por encima del PVPC para ofrecer contratos por debajo de este precio”, comenta.
“Esto no se había dado nunca en el mercado español”, añade, y precisa que antes este tipo de ofertas eran anecdóticas.
Según el informe de la CNMC, hay contratos que incluyen en su letra pequeña una cláusula para que los comercializadores de energía puedan modificar las condiciones si suben los precios. “Algunos de ellos, ante la situación actual de precios altos, han optado por modificar unilateralmente” las condiciones del contrato, recoge el informe.
“Esta práctica no cumple con la obligación de información transparente sobre precios y condiciones de la Directiva (UE) 2019/944”, se añade en el informe. Se advierte además de que la CNMC está “supervisando dichas conductas en el ámbito de sus competencias y ha advertido a los comercializadores que deben avisar de forma transparente y comprensible”.
El secretario general de Facua explica que en 2018 se prohibieron las visitas de comerciales a puerta fría. En estas visitas un comercial llamaba a la puerta de las viviendas sin previo aviso. Esto se debió a los numerosos fraudes que se habían denunciado, pero las visitas a puerta fría se han sustituido por llamadas telefónicas. Se dieron casos, cuenta Sánchez, en los que los comerciales que se hacían pasar por revisores del contador. Luego, en lugar de dar al consumidor a firmar la lectura, firmaba un nuevo contrato.
El secretario general de Facua añade que aunque hay ofertas que se realizan por estos medios que son contratos mejores, y más baratos, muchas veces no es así. “Hay muchísimo engaño. Te dicen que tienen una tarifa más barata que tú. Se aprovechan de que hay una gran mayoría de consumidores que desconoce los elementos clave de su tarifa”.
En muchos casos, explica Sánchez, no es la propia compañía la que realiza la llamada, sino que usa un intermediario. Los intermediarios pueden trabajar con varias empresas al mismo tiempo y se llevan una comisión por cada contrato a consumidores tanto en el mercado libre como en el regulado. “Se presentan como asesorías energéticas, y a veces como ‘tu asesoría’ energética. Pero son eso sencillamente empresas que se dedican a vender contratos”, explica Sánchez a Newtral.es.
Además de saber si el consumidor está en el mercado libre o el regulado, los elementos clave son la potencia contratada, el kilovatio hora, y la existencia de un seguro incluido en el contrato. Sánchez explica que se puede dar el caso de que le ofrezcan a una persona un contrato donde pague los dos primeros más baratos, pero deba pagar un seguro que tenga como resultado una factura general más cara. O que el comercial compare facturas con y sin los impuestos añadidos.
En los peores casos, cuenta el secretario general de Facua, usuarios han denunciado que cuando firmaron el contrato por voz durante la llamada, no se especificó en la grabación final las condiciones del contrato, que resultaron ser peores que las que se habían negociado.
En estos casos, tanto si se trata de un contrato en el mercado libre o en el regurlado, el consumidor puede revocar el contrato antes de 14 días y poner una queja ante la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de su localidad, o la Dirección General de Consumo, según se indica en la web del Ministerio de Consumo.
