Según los datos de 2018, los más actualizados, Extremadura es la que más invierte, con 246 euros por cada habitante, y la Comunidad de Madrid, la que menos: 140 euros por habitante.
La segunda oleada de la pandemia de COVID-19 ha puesto el foco sobre la atención primaria. En la puerta de entra del sistema sanitario, los profesionales denuncian que están desbordados, y la falta de medios. Aunque no en todas las CCAA la situación es igual.
En Newtral.es hemos analizado los datos de gasto sanitario público en este sector entre 2002 y 2018. Para el último año con datos oficiales, 2018, la media de gasto per cápita en atención primaria es de 188 euros. Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León son las comunidades que más invierten, con 246, 240 y 233 euros por persona. En el otro extremo se sitúan Islas Baelares, Cataluña y Madrid, cuyo gasto medio anual por habitante en atención primaria desciende a 162, 157 y 140 euros por persona, respectivamente.
A la hora de abordar los datos de la Comunidad de Madrid y Catalunya, Álvaro Hidalgo, experto en Economía de la Salud de Castilla-La Mancha, puntualiza que hay que fijarse en la gran cantidad de funcionarios que vive en estos territorios: «hay que tener en cuenta que en Madrid hay muchos funcionarios que están en Muface (Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado), la prestación de la atención primaria la tienen por parte de una compañía privada».
Hidalgo explica que País Vasco y Navarra se encuentran históricamente «por encima» en este ranking, ya que «la financiación se realiza por otra vía, por el cupo». Mientras, la dispersión de la población en Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León, hace que estas zonas tengan que contar con una red más amplia de atención primaria. «Tienen una extensión de territorio importante con poca densidad de población», recuerda Hidalgo, «necesitan más centros abiertos, en más sitios y más pequeños».
Basándonos en los datos de gasto sanitario público del portal estadístico del Ministerio de Sanidad, y en el número de habitantes en cada comunidad autónoma del Instituto Nacional de Estadística, desde el 2002 -año en que se finalizaron todas las transferencias a las comunidades autónomas- el gasto medio por habitante en atención primaria en nuestro país ha crecido 58 euros en 16 años, pasando de los 125 euros de 2002, a los 183 del último ejercicio.
Pero el gasto no ha ido creciendo paulatinamente. El ajuste duro de los años de la crisis que estalló en 2008, se notó en la sanidad pública a partir de 2010, cuando se empezó a ver «especialmente afectada la atención primaria, por un lado en el gasto en recetas y por otro en personal», explica Hidalgo a Newtral.es.
Este experto en economía de la salud cuenta que la Salud Pública y la inversión en capitales fueron las áreas que se vieron más mermadas: «es uno de los hechos diferenciales que tiene España frente a otros países, el poco gasto en Salud Pública y en prevención».
En 2018 el gasto sanitario público no se distribuyó a partes desiguales, atención primaria recibió cerca de un 14% del total, mientras que a Salud Pública se destinó un 1,5%, un dato que ha ido descendiendo progresivamente a lo largo de la última década, sin llegar a alcanzar el 2%. Este último departamento se encarga de los rastreadores, una figura que ha ganado relevancia durante los últimos meses de pandemia.