Un año más, la primera lluvia de estrellas se dejará ver en los primeros quince días del año. En concreto, las Cuadrántidas alcanzarán su apogeo en la noche del viernes, cuando se espera que se puedan observar hasta 120 meteoros por hora. Además, una luna creciente menguante significa buena visibilidad por la noche, lo que asegurará una mejor vista de uno de los espectáculos astronómicos más destacados del año. La mayoría de las lluvias de estrellas (aunque, en realidad, se trata de restos de polvo cósmico que choca con nuestra atmósfera a altas velocidades) reciben su nombre de las constelaciones en las que parecen originarse en el cielo nocturno. Sin embargo, las Cuadrántidas se llaman así por la desaparecida constelación Quadrans Muralis, señalada por el astrónomo Joseph Lalande en 1795, y que, aunque ya no es reconocida por los científicos, continúa dando nombre a esta lluvia de meteoros. Estos meteoros no suelen tener largas colas, pero sus cabezas pueden aparecer como brillantes bolas de fuego. El pico puede revelar hasta 120 meteoros por hora, según la NASA. Y, para no perdérselo, el lugar que conviene localizar es la constelación del Boyero, que se sitúa cerca de la Osa Mayor (por ese motivo, esta lluvia de meteoros apenas se podrá ver desde el hemisferio sur). Pero si el viernes no puedes estar atento del cielo, tranquilo: las Cuadrántidas no nos abandonarán hasta el 16 de enero (si bien se irán haciendo menos intensas cada día que pase). A medida que la Tierra orbita alrededor del Sol, varias veces al año pasa por los restos que dejan los cometas y, a veces, los asteroides. La fuente de las Cuadrántidas son los restos del asteroide 2003 EH1. Cuando estas rocas diminutas entran en la atmósfera de la Tierra, los escombros encuentran nueva resistencia en el aire y se calientan mucho, hasta que finalmente se queman. A veces, el aire circundante brilla brevemente, dejando tras de sí una cola de fuego: el final de una «estrella fugaz». El mejor momento para ver una lluvia de meteoritos es en las primeras horas antes del anochecer y las primeras del amanecer, cuando la luna está baja en el cielo. Las fuentes de luz que compiten entre sí (como una luna brillante o un resplandor artificial) son los principales obstáculos para una visión clara de los meteoros, aunque este año no será un problema. Además, recuerda que tus ojos tardan unos minutos en acostumbrarse a la luz, así que no les perturbes mirando la pantalla del móvil, céntrate en el espectáculo que se desarrolla ante tus ojos. Además, para ver la lluvia de estrellas, no es necesario de ningún aparato ni herramienta. Ni telescopio ni prismáticos. Tan solo mirar al cielo alejados de la contaminación lumínica de las ciudades.
