El Ayuntamiento de Córdoba acaba de adjudicar el último contrato necesario para la puesta en marcha del Centro de Emergencia Habitacional , ubicado en el antiguo Hospital Militar. Debe formalizarlo aún y habrá que ver si el Consistorio logra su objetivo de que este equipamiento abra sus puertas antes de que acabe el ejercicio. Independientemente de que lo haga en los últimos compases de 2024 o en el inicio de 2025, este proyecto acumula una notable demora . Porque se planteó inicialmente que estuviera operativo a finales de 2019. El Consistorio ha adjudicado el contrato de gestión del Centro de Emergencia Habitacional a «la entidad Provivienda por 628.194 euros , cantidad exenta de IVA», según se recoge en la documentación de esta licitación. La vinculación tendrá dos años de duración y cabe la posibilidad de prorrogarla por un ejercicio más. La ganadora del concurso asume , entre otros servicios, los de atención social inmediata en urgencias y emergencias sociales -supone la intervención ante ese tipo de situaciones-; de recepción de quienes accedan a este recurso social; de limpieza ; de lavandería ; de conserjería o de guardaenseres. El centro cuenta con 15 miniapartamentos , con una capacidad máxima de 35 personas (alojará a ciudadanos que se vean sin hogar por emergencias, que pueden ser desde un incendio a un desahucio). Sólo uno es individual. Este último es el de menor tamaño, con 14,5 metros cuadrados. El complejo tiene planta baja, alta y sótano. Los trabajos de remodelación de una de las naves del antiguo Hospital Militar para este fin arrancaron en mayo de 2019 y el nuevo equipamiento debía abrir a finales de ese año. Entonces, dirigía la capital el cogobierno de PSOE e IU. En octubre de ese mismo año -con el PP ya de nuevo en la Alcaldía tras las municipales-, se supo que el proyecto sufría retrasos, que fueron a más. La empresa adjudicataria de la reforma (Albaida Infraestructuras) alegó que había encontrado problemas estructurales -en la zona de la escalera- y pidió una prórroga de dos meses. El Ayuntamiento no se la dio por haberla pedido fuera de plazo. Arrancó así el proceso de liquidación del contrato -habitualmente largo en el sector público-. La obra se había quedado ejecutada casi a la mitad. Al arrancar 2022 , Capitulares volvió a adjudicar los trabajos . Lo hizo a Avanza Solutions & Projects . Las obras debían acabarse en cinco meses. Pero de nuevo se produjeron las demoras: la citada firma pasó a manos de administradores concursales; afectó la crisis de materiales o la dificultad de encontrar mano de obra cualificada. Hubo que esperar al verano de 2023 para que la reforma concluyera . Luego, llegaron las licitaciones del equipamiento y del mobiliario y la de elementos de cocina. El gasto ha sido de en torno a un millón, sin tener en cuenta los fondos destinados a la gestión, que es el último contrato necesario para que esté operativo y que es el que se acaba de adjudicar.
