Lo más importante de las cosas menos importantes de la vida, el fútbol, se funde hoy en Mestalla con la más importante de las cosas más valiosas de ella, la propia vida, segada para doscientos y pico de compatriotas, la gran mayoría valencianos, en la catástrofe del pasado 29 de octubre. Y le toca al Real Betis comparecer en el estadio che en el primer partido liguero a disputar por los anfitriones desde aquel funesto día. No es un partido más, ni los puntos en juego el mayor premio que suele litigarse en ellos. Los verdiblancos pelearán por la victoria, sí, como es su obligación, pero por las especiales connotaciones de la contienda tendrán un cometido de mayor trascendencia: servir...
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