Desde que los humanos desarrollamos la escritura hace unos 5000 años, nuestro deseo de dejar una huella ha creado una inmensa variedad de formas de contar nuestra realidad. De los jeroglíficos egipcios a los caracteres chinos, cada pueblo encontró una manera única de preservar su memoria.
Sin embargo, algunos de estos antiguos mensajes quedaron como misterios sin resolver durante siglos, desafiando a los arqueólogos que dedican sus vidas a descubrir los secretos mejor ocultos de nuestra historia. Ahora, un nuevo hallazgo promete revelar otra pieza de este rompecabezas del pasado.
Un equipo de investigación de la Universidad Estatal de Pensilvania en Estados Unidos ha descifrado un texto del monumento Arslan Kaya en Turquía que podría cambiar todo lo que sabemos sobre la civilización de hace 2600 años y sus creencias más profundas.
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Se trata de una inscripción que se ubica en la fachada del monumento de 15 metros de altura, tallado en piedra volcánica. La investigación liderada por el profesor Mark Munn logró identificar la palabra "Materan". Se cree que esta hace referencia a la diosa madre de los frigios, el pueblo que habitó la región entre los siglos VIII y VII a.C.
Hasta el momento el texto era ilegible debido a los daños que la estructura sufrió en manos de la erosión, los efectos del clima y el vandalismo, sin embargo, el pasado 25 de abril el líder del proyecto logró divisar el mensaje completo.
Desde el descubrimiento inicial del sitio arqueológico en 1884, un gran número de profesionales se ha dedicado a intentar explicar el mensaje de la escritura. "Depende mucho de la favorabilidad de la luz cuando se toman fotografías", explicó el autor principal del estudio, quien logró desentrañar el misterio a través del uso de imágenes tomadas desde una variedad de ángulos.
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"La deidad conocida como Materan fue probablemente utilizada para justificar el dominio político de Lidia y su relación con los sujetos de Frigia", describe Munn sobre el significado de la inscripción.
El monumento data del siglo VI a.C., un momento de la historia durante el cual el Imperio Lidio dominaba la región, por lo que sugiere que su existencia podría significar un acto de dominancia sobre los pueblos locales.
Los arqueólogos barajan la hipótesis de que la palabra haya formado parte de un mensaje más extenso. Una de las posibilidades es que su intención haya sido invocar la protección de la diosa madre, una costumbre tradicional en las culturas antiguas de la zona.
La deidad, también conocida como "Cibeles" es la única diosa de las civilizaciones anatolias (pertenecientes a la región de Asia Menor en la actual Turquía) y su equivalente en la Grecia Antigua es la figura de Rea, esposa del titán Cronos y madre de Zeus.
A pesar de su gran importancia para la historia de la región, el hallazgo de Munn recibió fuertes críticas por parte de algunos de sus colegas tras su publicación debido a un fuerte motivo: la hipótesis de que el mensaje leía "Materan" ya se había propuesto a comienzos del siglo XIX.
"El artículo de Munn en Kadmos no propone algo radicalmente nuevo sobre la inscripción, simplemente corrige la lectura", critica el profesor de la Escuela Práctica de Estudios Avanzados en Francia, Rostyslav Oreshko, quién no estuvo involucrado en la investigación.