La fiscal mantiene la acusación contra Pau Rigo por el disparo mortal a un ladrón que entró a robar en su casa de Porreres (Mallorca) en febrero de 2018. Según su informe final, presentado este viernes ante el jurado en la Audiencia Provincial de Palma, no quedó demostrado que Rigo actuara en defensa propia, sino que tomó la decisión de enfrentarse a los ladrones para proteger unos 15.000 euros que tenía en su vivienda.
La fiscal desestimó el argumento de Rigo de que disparó porque el ladrón intentó agredirlo con una pata de cabra, citando análisis de balística que indican que el disparo se efectuó desde una distancia incompatible con esa versión. "Salvo que el ladrón tuviera un brazo de cuatro metros, eso no pudo ocurrir", ironizó.
Además, sostuvo que ni Rigo ni su exesposa, que estaba con él en el momento del robo, fueron víctimas de una violencia física extrema antes del disparo, como se alegó. Según el testimonio de la mujer, ambos decidieron que Rigo tomara una de las escopetas cargadas que guardaban en su dormitorio tras un robo previo.
La fiscal aseguró que Rigo esperó tras la puerta y disparó al primer ladrón que apareció, sin mediar un ataque previo. "Eso no es defender la vida, eso es salir a por ellos", afirmó, reduciendo la petición inicial de cuatro años de prisión por dilaciones indebidas en el proceso judicial.
También señaló que Rigo no informó a los servicios de emergencia sobre el disparo durante las llamadas al 112, creando la impresión de que los ladrones seguían en su casa. Según ella, el anciano tenía la opción de encerrarse en el cuarto seguro donde guardaban las armas y llamar a la policía, en lugar de enfrentarse a los asaltantes.
Por su parte, el abogado de la acusación particular, en representación de la familia del fallecido, enfatizó que Rigo no actuó como un héroe, sino que, consciente de sus acciones, optó por disparar. "Aunque fuera un delincuente, la víctima no merecía morir como una pieza de caza más", declaró, pidiendo una pena de diez años de prisión para el acusado.
En el juicio, los dos vecinos de Campos acusados de planificar el robo reconocieron su participación. Tras su confesión, podrían ver reducida su condena a tres años de prisión.