Que Keir Starmer odia al Rey, y a la monarquía, es uno de los últimos bulos que corrieron al final de la campaña electoral que concluyó el pasado jueves con el triunfo de los laboristas en las elecciones generales . El origen, sin embargo, no estuvo en el anonimato de las redes sociales, sino en el de las filas conservadoras, que según un análisis de Politico, se gastaron unas 15.000 libras (casi 18.000 euros) en ocho anuncios en Meta, que incluye Facebook e Instagram, centrados en la idea de que los laboristas son abiertamente antimonárquicos, usando para ello unas declaraciones de antiguas de Starmer en el documental 'The Queen's Lawyer' ('El abogado de la Reina') en las que afirmaba que...
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