La aldea de El Rocío ha estallado de gozo. Los almonteños ya han saltado la reja y han tomado las andas de la Blanca Paloma para iniciar su procesión en este Lunes de Pentecostés. Se trata del momento culminante de la romería del Rocío , sueño impaciente de los numerosos peregrinos congregados estos días en torno al santuario y cruel desvelo de tantos otros devotos que desde casa aguardaban la feliz noticia antes de marcharse a dormir. El reloj marcaba las 02.56 horas de la madrugada cuando el grupo de privilegiados hombres vestidos con blancas camisas se han lanzado ágilmente para elevar el paso de la Virgen del Rocío y cargar sobre sus hombros el peso de la plata, la historia y la devoción de cientos de miles de personas en todo el mundo. Una vez terminado el rosario de las hermandades , el simpecado de la hermandad Matriz se ha adentrado en la ermita y, frente a frente con la Virgen, se ha entonado la salve que daba inicio a la procesión, que a las 03.01 ya estaba en la calle . La gran masa que se agolpaba en los alrededores del santuario de Nuestra Señora del Rocío, al ser consciente de que el rito acababa de volver a cumplirse, ha enloquecido de fervor y emoción. Ni se cabía ni se podía contener la respiración en los minutos que han transcurrido desde el salto de la reja hasta que el icónico paso de plata de la Reina de las Marismas ha aparecido bajo el dintel de la puerta de la ermita a las 02.56 horas horas en esta mágica noche. Comienza así una procesión en la que la Virgen recorrerá su tradicional itinerario por las calles más céntricas de la aldea, presentándose ante el simpecado de cada una de las 127 filiales que con tanta devoción la veneran. Y lo hará comenzando por la de Huévar del Aljarafe, cuya casa de hermandad se encuentra junto al santuario. Salves, vivas, palmas y sevillanas se sucederán en la aldea mientras todos los ojos permanecen fijos y casi sin pestañear en el rostro de la Blanca Paloma.
