Después de que el independentismo haya perdido más de 200.000 votos desde las autonómicas de 2021 y que Cataluña afronta, por primera vez desde el año 1980, una legislatura sin que los separatistas puedan estar en el Govern, la politóloga y profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Valencia Astrid Barrio cree que «este fracaso puede dar paso a una etapa de consensos a partir de geometrías variables con Salvador Illa de presidente en minoría». La decisión de ERC de no participar en el gobierno catalán tras el batacazo electoral del 12M, las dimisiones en su cúpula y la consulta a las bases sobre el apoyo parlamentario al PSC, dibujan un panorama en el que, a juicio de Barrio, « se ha acabado no solo la DUI (declaración unilateral de independencia), sino también la disputa entre Junts y ERC en la tesis de la subasta con apuestas cada vez más arriesgadas para no quedar atrás frente al competidor separatista porque ya hay un claro derrotado y ERC ya no es un partido fuera del sistema«. Sobre el futuro gobierno de Cataluña, Barrio apunta a un ejecutivo de Salvador Illa en minoría, «una vez que el independentismo haya aceptado que ya no tiene mayoría». «Esto dependerá del camino que tome Esquerra en este proceso de maduración que ha iniciado y que no está nada claro como acabará», ha advertido en declaraciones al programa «Converses» de COPE Cataluña y Andorra con la participación de ABC. Y en relación a las amenazas de bloqueo por parte de Carles Puigdemont, ha afirmado, que « el ex president no tiene capacidad de bloqueo para llevar a Cataluña a unas nuevas elecciones, porque la decisión no depende de él» . En plena precampaña de las europeas, Barrio considera que la caída electoral de ERC puede verse compensada en la lista Ahora Repúblicas que el partido catalán comparte con Bildu y BNG, gracias a la presencia del popular meteorólogo de TV3 Tomás Molina, que va detrás de Diana Riba, esposa de Raúl Romev a. La profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Valencia también ha explicado que no es partidaria de la implantación de los cordones sanitarios a las formaciones políticas . «Hay estudios que demuestran que este tipo de políticas lo único que hacen es alimentar y hacer crecer a esos partidos», ha señalado en referencia a Vox y Aliança Catalana. Barrio ha afirmado que los cordones sanitarios por excelencia se dan hoy en día en Francia y Alemania. «Habrá que ver qué sucede en las próximas elecciones europeas en estos dos países», ha alertado. La politóloga ha añadido que la formación de Santiago Abascal y Aliança Catalana son partidos de derecha radical, no de extrema derecha» y representan, en esencia, «el elemento nativista que está en Vox e históricamente también en el independentismo catalán , con líderes que lo han abonado, como Quim Torra, y que ahora se encuentra en Aliança Catalana». Según Barrio, para estas formaciones el gran problema de Cataluña es la masiva llegada de inmigrantes. «Cataluña ha pasado en poco tiempo de 6 a 8 millones de habitantes, porque se ha producido una gran llegada de personas de fuera que tienen muchos hijos, sobre todo los que pertenecen a una cultura y una confesión religiosa muy determinada, y esto genera un problema de encaje». Ante esta situación, la politóloga apunta dos posibles salidas: «o se ignora el problema y quien lo plantea es un facha de extrema derecha y se les hace un cordón sanitario en el Parlament, o si hay tantas personas a las que les preocupa este asunto, es el momento que se empiece a abordar». «Este será uno de los grandes dilemas de la próxima legislatura» , ha apuntado la profesora. En este sentido, Astrid Barrio alerta de que «si no se hacen determinadas políticas, la problemática seguirá aumentando» como ha pasado en países de nuestro entorno y esto implicará que «formaciones como Vox o Aliança Catalana sigan creciendo y más si tienen el altavoz del Parlament». La profesora de Ciencias Políticas considera que «democráticamente es mucho más sano y seguro abordar el problema que no dejarles todo el terreno a esas formaciones de derecha radical para que puedan utilizarlo y aprovecharse del descontento social» .
