Al discurso de Javier Milei, en las últimas semanas vienen acoplándose otras voces más precisas acerca de los planes del Gobierno sobre varios temas que preocupan a los inversores y ahorristas. La mayor de las dudas se relacionan con el futuro del régimen monetario y la salida del cepo cambiario. Ante empresarios, hace ya dos meses, Milei les planteó un sendero que descartaba la dolarización y de diversos jalones antes de desembocar en el levantamiento total de las restricciones para acceder a divisas. Luego, también en un auditorio de empresarios, el ministro de Economía, Luis Caputo, mencionó que el destino final sería la competencia de monedas. Aunque parecen mil años, fue este lunes pasado que el FMI reveló, al aprobar la 8° revisión del programa de facilidades extendidas en vigencia que lo que se viene es esa competencia de monedas. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, también lo confirmó y Milei en el Cicyp le puso la firma.
El presidente también le puso la firma al tipo de cambio. Volvió a pegarle con todo a los economistas que lo ven retrasado. Es decir, a los que a su juicio, no la ven. Ya lo había hecho Caputo al anticipar que no habría que esperar una devaluación y que el dólar de crisis estaba por encima de los actuales. También ayer entregó otra definición: el tipo de cambio apunta a ser flexible, no fijo. Entre los economistas oficiales no hay demasiado entusiasmo por esa salida.
El ministro de Economía reiteradamente sostuvo que el corazón del plan económico es el equilibrio fiscal, que eso era lo que ordenaba toda la macroeconomía. Incluso el tipo de cambio. Y que esa situación era lo novedoso. Es posible que ese tipo de cálculo, en efecto, no esté del todo incorporado en los análisis más frecuentes. Milei dio nuevos matices a la hoja de ruta. Y, en paralelo, Federico Sturzenegger, alma mater de la reforma desregulatoria, dio a entender, en una charla en el Rotary Club, que hay cepo para rato. Dudó, cuando le preguntaron por la fecha de levantamiento, no solo porque no es de su incumbencia, sino porque, "conociendo la obsesión de Javier Milei por la consolidación fiscal, de alguna manera el cepo tiene un fondo fiscal".
Sturzenegger también devolvió la pelota: "Tenemos en forma inédita un superávit fiscal, pero yo les planteo que ustedes tomen la decisión. ¿Qué harían con este resultado. Suben las jubilaciones, bajan el impuesto PAIS, bajan las retenciones a las exportaciones o los impuestos a las empresas?". Y se sabe, impuestos al comercio exterior, matan cepo. A recalcular.