El pleno del Ayuntamiento de Ponferrada ha rechazado este martes la ordenanza para la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones, con los votos en contra de Vox y del PSOE , después de que se rechazasen las doce enmiendas que presentó el Grupo Municipal Socialista como condición para apoyar la ordenanza. Ha sido en un debate tenso en el que el portavoz del PSOE, Olegario Ramón, defendió las doce enmiendas presentadas al texto encaminadas «a proteger la salud de los vecinos de Ponferrada», ha destacado. La propuesta socialista reclamaba, entre otros puntos, mejorar la medición de contaminantes, una entrada progresiva de las restricciones de vehículos al centro según la contaminación vaya en aumento, y que las multas comenzaran a ponerse el 1 de enero de 2026. El portavoz de Coalición por el Bierzo, Iván Alonso, ha explicado el rechazo de su grupo a estas enmiendas por ser «enormemente restrictivas» y ha asegurado que «es imposible aprobarlas». Ha añadido que la mayoría de los ciudadanos no pueden acceder a cambiar de coche porque no hay ayudas suficientes, por lo que no se puede prohibir el acceso al centro de la ciudad de forma tan drástica. Por su parte la portavoz del PP, Lidia Coca, ha alegado que no había tiempo suficiente para estudiar el documento socialista, presentado en el último momento. «Desigualdad» Ya en el debate de la propia normativa la portavoz de Vox, Patricia González, ha asegurado que se trata de una ordenanza que «genera desigualdad» ya que solo los «ricos pueden permitirse comprar otro vehículo», ha dicho «¿Y el que no puede? ¿Tiene que entrar en bici?», ha preguntado González, justificando así el voto en contra de la formación. Ha añadido que aprobar la ZBE supondrá «acabar con el comercio del centro de la ciudad». El rechazo de esta normativa puede suponer la devolución de los 2,4 millones de euros que Ponferrada recibió para adaptar el centro de la ciudad, donde se han acometido obras en varias calles, se han colocado pantallas, cámaras y sensores de aparcamiento.
