Cataluña como sujeto político ha dejado de existir. El independentismo en su derrota se ha llevado por delante al catalanismo. No al sentimental pero sí al político y esto era previo al escrutinio de anoche porque fuera cual fuera el resultado y a pesar de los muchos aspavientos de propios y extraños, la intentona separatista ni está ni se la espera porque simplemente la sociedad catalana ha dimitido de ella. La baja participación (57 por ciento), ocho puntos inferior a la de las elecciones generales de julio, evidenciaba el general desinterés por el destino del terruño. Los marcadores que -por primera vez en unas elecciones al Parlament- importaban eran estrictamente en clave política nacional. El primero, si Salvador Illa ganaba...
Ver Más