Con un esguince en la rodilla y molestias en el tobillo derecho, sufriendo un golpe en la espalda al final y llevándose un codazo fortuito a la boca de Shai Gilgeous-Alexander, a Luka Doncic, ya dolorido, le dieron por todos los lados y acabó cojeando pero con una valiosa victoria bajo el brazo ante los Oklahoma City Thunder (105-101) para poner el 2-1. Debe ser, o así lo quiere hacer ver él, ese ADN Real Madrid del que fardaba en conversaciones informales mencionadas por la cadena ABC para dar a entender por qué sigue sobreviviendo pese a todo.
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