De los tres proyectos que se han puesto en marcha en la ribera del río Guadalquivir, el que se encuentra más avanzado es el Jardín de las Cigarreras que, aunque acumula años de retrasos, su impacto visual en el paisaje urbano ya es claramente perceptible desde la orilla del muelle de las Delicias. El edificio principal que se ha levantado junto a las instalaciones deportivas del Círculo Mercantil ya tiene el envoltorio de cristal colocado , y que lo dota de una imagen icónica del proyecto, ya que actúa como un espejo sobre el río . El diseño, del estudio de arquitectura Noon, no pasa desapercibido. Junto al inmueble se encuentra el jardín, que ya está concluido, con numerosas especies vegetales plantadas y un sistema de agua sostenible; y debajo, el aparcamiento rotatorio, al que se accede desde la avenida de Adolfo Suárez, y que no se ha abierto pese a que lleva meses terminado. En la margen del río se ha instalado un paseo fluvial de madera, volandero sobre el talud del Guadalquivir, y donde se han construido varios locales que se explotarán para ocio y gastronomía . Lo mismo ocurre con el edificio situado en la parte contrario al Jardín de las Cigarreras respecto del principal de cristal, que tendrá forma de seta , de menor altura, y que albergará un restaurante mirador. El problema que arrastra el Jardín de las Cigarreras es un enorme sobrecoste y un retraso que ha desesperado a las empresas que en un principio acordaron su explotación. Por un lado, Puerto Tartessos -que se iba a hacer cargo de la parte de ocio- ha llevado a los tribunales al promotor ya que éste ha dado por roto el contrato. En cuanto al edificio principal, que incluirá un gran gimnasio, en origen lo alquiló la Cámara de Comercio para convertirlo en el nuevo Club Antares . Ese acuerdo se rompió y ahora se negocia de nuevo. Pero todo está en el aire.