Cuando hace unos días se sorteó el cuadro del
Mundial de snooker, aparecía en el horizonte de unas posibles semifinales uno de los grandes duelos que se podían ver en este año. Por una parte, el hombre leyenda
Ronnie O'Sullivan, en busca de su octavo título para desempatar en el snooker moderno con Stephen Hendry y dar el paso definitivo de su eterna leyenda: conquistar la 'Triple Corona' en un mismo año. Por otro,
Judd Trump, el jugador más regular de la temporada y junto a Ronnie en mejor momento de forma, en busca de un segundo título mundial.
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