La primera ministra, que no renunciará a su cargo pese a lograr el escaño, convierte el 9-J en una plebiscito a su gestión
"He decidido presentarme para liderar las listas de Hermanos de Italia en todos los distritos electorales", dijo este domingo la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en un importante mitin de su partido en Pescara, en el Adriático. Sin embargo, la candidatura no significa que la política de 47 años, en el poder desde octubre de 2022, se traslade de Roma a Bruselas.
Este tipo de candidaturas 'falsas' o 'de fachada' responden a una estrategia en la política italiana dirigida básicamente a atraer votos, pues Meloni tendría que renunciar al Gobierno en Roma por su escaño en el Parlamento Europeo, ya que son cargos incompatibles. También se presentan como principales candidatos la líder de la oposición, Elly Schlein; del partido socialdemócrata, el PD, y el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani (Forza Italia), sin que se espere que quieran convertirse en miembros del Parlamento Europeo. El expresidente de la Comisión Europea Romano Prodi criticó con dureza recientemente esta práctica.
En una encuesta publicada el domingo en el periódico "La Stampa", los Hermanos de Italia obtendrían más del 27% de los votos en las europeas. Forza Italia, fundada por el fallecido magnate de los medios Silvio Berlusconi, el 8,7%, mientras que la derechista Liga del ministro de Infraestructura, Matteo Salvini, lograría el 8,5%. En cualquier caso, la primera ministra ultraderechista avanzó que "no gastará un solo minuto de la actividad gubernamental en hacer campaña electoral", por lo que pidió la ayuda de su formación. Meloni se comprometió además en su discurso a seguir apoyando al pueblo ucraniano "contra el imperialismo neosoviético de Vladimir Putin".
El mitin de Hermanos de Italia en Pescara coincide con el aniversario de la ejecución de Benito Mussolini. El partido tiene sus raíces en el Movimiento Social Italiano, que fue fundado en 1946 por un jefe de gabinete del último gobierno de Mussolini y atrajo a sus filas a simpatizantes y funcionarios fascistas después de la caída de este. Meloni, que se unió a la rama juvenil del MSI cuando era adolescente, ha tratado de distanciar a su partido de sus raíces neofascistas. Hoy, no obstante, Meloni acusó a la izquierda de ser la amenaza más totalitaria para la Italia actual.
