El IRPF es un documento obligatorio para los trabajadores en España y debe ser rellanado con nuestros ingresos y pagos a lo largo del año
La campaña de la Declaración de la Renta comienza al terminar las vacaciones de Semana Santa, concretamente el miércoles 3 de abril. Los contribuyentes tendrán un plazo hasta el 01 de julio para presentarla. Entre las múltiples casillas y huecos que nos encontramos en el documento del IRPF para rellenar, también debemos tener en cuenta los gastos deducibles, de los que no debemos cometer errores.
El documento del IRPF es obligatorio para los trabajadores en España, pues es un proceso fundamental en la recaudación de impuestos y en la administración financiera del país, ya que permite a las autoridades fiscales recopilar información sobre los ingresos y activos de los contribuyentes y calcular los impuestos adeudados o los reembolsos correspondientes.Asimismo, para completar la Declaración de la Renta, los contribuyentes necesitan documentos que respalden sus ingresos, deducciones y otras transacciones financieras, tales como formularios de empleadores, estados de cuenta bancarios, recibos de gastos deducibles, registros de inversiones, entre otros. Una vez que se completa la declaración de la renta, se calcula la cantidad de impuestos que debe pagar el contribuyente o el reembolso al que tiene derecho.
Deben presentarla quienes hayan obtenido a lo largo del año fiscal rentas por rendimientos superiores a 22.000 euros, así como si han tenido dos o más pagadores y sumen unos ingresos de 14.000 euros o más. Para presentarla por Internet, puede ser del 3 de abril al 1 de julio, para hacerlo por teléfono, desde el 7 de mayo hasta esta fecha, y de forma presencial, desde el 3 de junio hasta el primero de julio.
Los gastos deducibles, una parte de la Declaración de la Renta, se refiere a los pagos que el trabajador ha realizado durante el año fiscal que pueden restarse a los ingresos brutos para que el total que Hacienda por parte del contribuyente recibe sea menor. Estos pueden estas vinculados a la actividad económica desarrollada, registrados en la contabilidad o libros-registro o encontrarse convenientemente justificados, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 106.4 de la LGT.
De este modo, los gastos deducibles serían:
