Mucho le ha cambiado la vida a Kike Salas en el último año. El canterano militaba en calidad de cedido en el Tenerife a estas alturas de la temporada 2022-23, y todo parecía indicar que el Sevilla FC podría buscarle una salida en verano ante el nutrido número de centrales que había dentro del vestuario. Sin embargo, el canterano terminó quedándose y, aunque Mendilibar no contó apenas con él , comenzó a tener protagonismo con Diego Alonso, que lo alineó como titular en las últimas tres jornadas de LaLiga, en dos duelos de la Champions League y en las tres eliminatorias que dirigió en la Copa del Rey. Con la llegada de Quique Sánchez Flores , el central de la cantera siguió siendo titular. El sistema de tres centrales le favorece y ha ido ganando madurez, siendo una de las claves de la mejoría defensiva del Sevilla FC . Arrancó el año con una lesión en el muslo, que lo apartó varias jornadas, pero el joven echó horas extra para estar disponible lo antes posible. Su entrega ha hecho que el técnico madrileño se entregue a él por completo y sus actuaciones en los últimos duelos han convencido a la afición. Además, el jugador recibió dorsal del primer equipo tras la marcha de Gattoni al Anderlecht. Según ha adelantado este lunes Relevo , el jugador de Morón de la Frontera renovó su contrato, precisamente, antes de marcharse cedido al Tenerife el curso pasado. El Sevilla FC quería tenerlo atado en el caso de que su experiencia fuera del club fuera muy fructuosa. Así, el canterano alargó su vinculación hasta 2026 con el club hispalense. Además, la cláusula del central es de 50 millones de euros. De esta forma, el Sevilla blinda a uno de sus jugadores del filial más prometedores.
