La historia tiene a Pedro de Alvarado como uno de los conquistadores españoles más crueles y sanguinarios. Acompañó a Hernán Cortés en la expedición que hizo caer Tenochtitlán, la capital del Imperio azteca, en 1521. Su ambición le llevó a emprender una nueva expedición en solitario hacia Perú en la que encontró la muerte
Siendo un pobre soldado, aunque de noble sangre, con una espada y una capa pasó a estas partes a buscar la vida». Así narra Bernal Díaz del Castillo la llegada a América del conquistador de Guatemala, el pacense Pedro de Alvarado. Como vemos, su inicio en la aventura americana fue como la de muchos otros hidalgos empobrecidos que buscan en las Indias lo que no pueden conseguir en la península: riquezas y honor. Y ya sabemos que, para los españoles del siglo XVI, la manera más rápida de alcanzar prez es mediante acciones militares gloriosas.]]>