Uno puede acostumbrarse a ver hombres armados en el noticiero, pero hacerlo literalmente -es decir, verlos paseándose por el plató mismo de los informativos- tiende a resultar algo más sorprendente. Eso mismo ocurrió este enero, cuando Ecuador recibió el nuevo año con una explosión de violencia inusitada, cortesía de las bandas del narco local. Alertas de bomba, policías baleados, guardias tomados como rehenes, insurrecciones en los penales, saqueos en hospitales, secuestros de estudiantes en plena universidad... Este frenesí, que dejaba una decena de muertos, no hacía más que c ...