Según ha podido saber ABC, Doña Sofía y las infantas viajaron a Atenas el pasado martes, y se alojan en uno de los hoteles más exclusivos del centro de la ciudad. Tanto Elena como Cristina, habían asistido, días antes, a la celebración del cumpleaños del Rey Juan Carlos en Abu Dabi. La misa, a puerta cerrada por deseo expreso de la familia real, comenzó a las 13 horas y duró cerca de 30 minutos, según publicaron los medios griegos. La ceremonia, fue oficiada por el obispo Azinagorás Iliu en la Santa Iglesia de la Resurrección, que se encuentra ubicada en el interior de Finca de Tatoi, donde Doña Sofía pasaba los veranos de su infancia y que en la actualidad pertenece al Estado Heleno. Noticias Relacionadas Cocido montañés en 'La Bien Aparecida' y fotos en La Latina: la visita de Sofía Vergara a Madrid Nacho Serrano Lisa Bonet y Jason Momoa se divorcian tres años después de su ruptura: los detalles del acuerdo Aarón Espí Los familiares de Constantino empezaron a llegar a la Finca pasadas las 12 del mediodía. En la entrada del recinto, una decena de personas que portaban banderas monárquicas, les dieron una calurosa bienvenida. Escasas horas antes del funeral, Pavlos, el heredero de Constantino , subió a sus redes sociales una fotografía en la que aparece el exmonarca sonriente al timón de una embarcación y con la actual bandera de Grecia de fondo. Tras el funeral, y como es tradición en Grecia, los familiares y amigos se reunieron en un conocido restaurante del barrio de Kifisiá, al norte de Atenas , donde Doña Sofía saludó a los periodistas en griego. En las últimas horas, y aunque no hay confirmación oficial por parte de la oficina de la Casa Real griega, todos los medios griegos se han hecho eco de la noticia que publicaba hace unos días un canal privado de televisión que aseguraba que el próximo 27 de febrero tendrá lugar un nuevo funeral en memoria del exmonarca griego en el Castillo de Windsor, y que contará con la presencia del rey Carlos. Un funeral según el rito ortodoxo Según el rito ortodoxo griego, al año del fallecimiento, se realiza una liturgia y, al finalizar esta, se canta una oración conmemorativa y se reparten la Kolyva, trigo cocido con pasas y frutos de granada que simbolizan la resurrección y que ayudan a que el viaje de las almas sea tranquilo.