La Seguridad Social española abona mensualmente una pensión que supera los 3.000 euros a más de 450.000 ciudadanos. Este incremento se debe a la reciente subida de la pensión máxima legal a principios de año. Si se amplía el rango a aquellos que perciben más de 2.500 euros al mes, la cifra de beneficiarios asciende a 927.225, generando un gasto mensual para el Estado que supera los 1.363 millones de euros.
Aunque estos 450.000 beneficiarios representan solo el 7% de los pensionistas en España, el impacto financiero es significativo. Casi 100.000 personas reciben la pensión máxima, que supera los 3.058,82 euros. Este grupo se distribuye mayoritariamente entre pensiones de jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y favor de familiares.
Aquellos que disfrutan de pensiones más elevadas generalmente han cotizado más a lo largo de sus carreras laborales, lo que se refleja en montos mensuales más substanciales. No obstante, también se benefician de incrementos más notables tras la revalorización de las pensiones según el Índice de Precios de Consumo (IPC).
El tramo con mayor cantidad de beneficiarios abarca pensiones de entre 500 y 1.000 euros mensuales, con 2.469.892 pensionistas. Le sigue el tramo de 1.000 a 1.500 euros, con 1.190.195 beneficiarios. Asimismo, 526.703 personas reciben pensiones de entre 2.000 y 2.500 euros, mientras que 488.071 perciben entre 2.500 y 3.000 euros. Por último, 513.608 personas cobran pensiones inferiores a 500 euros al mes.
