A partir del 1.° de enero del 2023 entró en vigor la nueva Ley aprobada por el Gobierno de Justin Trudeau en Canadá, que estipula que ningún extranjero no residente puede adquirir una vivienda durante los próximos dos años.
Esta medida fue planteada en el primer cuatrimestre del 2022, con el objetivo de controlar los precios de los inmuebles en el país norteamericano, pues según el gobierno, los precios de las viviendas aumentaron desde el comienzo de la pandemia y se cree que los compradores extranjeros adquirieron numerosas propiedades como inversión.
“Las casas son para las personas, no para los inversionistas”, manifestó el primer ministro canadiense, quien aseveró que en el mercado inmobiliario canadiense se efectuaron cientos de operaciones a manos de corporaciones extranjeras y que eso “ocasionó un problema de falta de vivienda y de precios disparados”.
Presidente de China regaña a primer ministro de Canadá frente a las cámaras
No obstante, los extranjeros refugiados y residentes permanentes sí pueden comprar una propiedad, siempre y cuando la vayan a utilizar como residencia principal.
Según datos de la Asociación Canadiense de Bienes Raíces, pese a que los precios de la vivienda en Canadá subieron más del 20% en el 2021, en los últimos días se registró una disminución del 13%; sin embargo, esto no detuvo al gobierno de poner en práctica la nueva legislación.