Nada como tener una isla privada en un destino paradisíaco para alejarse del estrés, desconectar y ganar en salud, esto es lo que debieron pensar Francis y Eleanor Coppola cuando adquirieron su refugio en Belice y esto es lo que podrá experimentar el afortunado que esté dispuesto a desembolsar los 2,2 millones de dólares que piden por Coral Caye, un enclave rodeado de aguas cristalinas y aves exóticas donde experimentar el verdadero lujo.
Esta isla autosuficiente de 2,5 acres, a la que solo se puede acceder a través de un viaje en bote de 25 minutos desde Placencia, en el sur de Belice, ha salido al mercado de la mano de su nuevo propietario, el abogado de Los Ángeles Terry Tao –quien la adquirió hace diez años–, tras estar en alquiler durante algunos años como uno de los ‘escondites’ de The Family Coppola, una cadena de alojamientos que ofrece el afamado cineasta.
Interior de una de las viviendas de Coral Caye - © thefamilycoppolahideaways.com
Sala de estar de una de las casas que ofrece la isla Coral Caye - © thefamilycoppolahideaways.com
Con vistas al Mar Caribe en todas las direcciones, la propiedad está protegida detrás de la famosa Barrera de Coral de Belice y ofrece tres estructuras, totalmente adaptas a la naturaleza virgen que presenta el entorno, que suman seis cuartos de baño y espacio para acomodar hasta a diez personas. Por un lado, está Coral Cottage, la casa más nueva, ideal para una pareja o una familia con niños pequeños. Dispone de una cama King Size y un sofá cama en la sala de estar, porche delantero, hamacas y baño completo con ducha interior y exterior. Seahorse Cottage, cuyo nombre se debe al mangar repleto de caballitos de mar en el que está situada, es ideal para un grupo de amigos o una familia grande. Cuenta con dos camas Queen Size, dos camas individuales y baño en la cabaña más una ducha al aire libre.
La isla de 2,5 acres es un lugar ideal para desconectar y relajarse - © thefamilycoppolahideaways.com
Por su parte, The Great House incluye una sala de estar con suelo de arena, un bar, un sistema de música de última generación, un aseo, cocina y un área de entretenimiento con juegos de mesa y dardos. Además, hay un muelle en el que recibir a los invitados y que también se puede utilizar para tomar el sol. Todos los edificios cuentan con paneles solares que le dan autonomía energética a la isla. Toda estancia en este oasis de paz y tranquilidad se puede completar con algunas actividades como snorkel o paseos en kayak.
