La reina
Isabel II era toda una amante del motor, por eso no es de extrañar que contase con una amplia colección de coches en la que había espacio para verdaderas joyas de coleccionista creadas en exclusiva para ella. La monarca solo tenía un requisito a la hora de escoger sus vehículos y es que estos debían ser de origen británico. Para su día a día uno de sus favoritos, sino el que más, era el Land Rover Defender, pero cuando este no estaba disponible solía usar un auto de respaldo, el Jaguar X-Type Estate, vehículo que incluso ella misma conducía como lo muestran diferentes imágenes en las que se la puede ver al volante junto a un miembro de...
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