Cada 25 de octubre se celebra a nivel mundial a la pasta, una preparación con muchas formas y sabores alrededor del mundo; ¿es saludable comer este ingrediente diario?
¿Qué tan bueno o malo es comer pasta? Este platillo tiene múltiples formas y suele ser uno de los primeros en salir de los platos de quienes buscan bajar de peso, sin embargo, también es uno de los pilares de la dieta mediterránea y fundamental en la gastronomía italiana.
Sus ingredientes varían sobre una base de trigo y agua, a veces incorpora verduras en su masa, otras huevo; da como resultado uno de los platillos más consumidos en el mundo, con infinitas formas, colores y sabores.
Es tan popular que cada 25 de octubre se celebra el Día Mundial de la Pasta, iniciativa de diversos fabricantes que se reunieron en 1995 en el primer Congreso Mundial de Pasta en Roma, Italia.
En 2011, una encuesta de Oxfam reveló que en era uno de los platos más populares en el mundo, por delante de la carne, el arroz y la pizza.
La Fundación Española de Nutrición señala que la pasta es una “excelente fuente de energía, no engorda y previene de la arteriosclerosis”.
Si bien es rico en hidratos de carbono, es posible incorporarla a una dieta equilibrada en ciertas cantidades y modos de preparación, ya que es muy versátil: puede combinarse con carnes, pescados, quesos y verduras.
Según explica la nutricionista Lindsey Kane en el portal Eat this, not that, “cuando se consume dentro del contexto de una dieta bien balanceada, rica en nutrientes y de alta calidad, la pasta puede encajar pacíficamente en su vida sin estar reñida con su salud”.
Eliminar la pasta totalmente de una dieta no es la mejor idea, ya que una alimentación baja en carbohidratos, sin asesoría de profesionales en nutrición, podría ser perjudicial para la salud; sin embargo, también es importante incorporarla a una dieta equilibrada sin abusar de su consumo.
Si te excedes, la especialista Lindsey Kane explica que podrías experimentar malestares estomacales como indigestión:
Andrés Ayesta comentó en Eat this, not that que la única manera de que la pasta influya en el aumento de peso es si se come constantemente en porciones muy grandes:
“Una porción típica de pasta es de 2 onzas secas, lo que equivale a aproximadamente 1 taza cocida... La mayoría de los restaurantes y lugares de comida sirven porciones que suelen ser de tres a cuatro veces más grandes que una porción típica, lo que aumenta fácilmente la carga calórica de la comida”.
Además, al mantener una dieta cotidiana alta en carbohidratos puede implicar peligros como desarrollar diabetes e hipertensión.
Por cada cien gramos, contiene: