Germán Larrea es uno de los hombres más ricos del país y forma parte de las 500 personas más ricas del mundo.
El empresario junto con su madre, Sara, controlan Grupo México, un conglomerado minero y uno de los mayores productores de cobre del mundo.
A los 41 años, Larrea tomó las riendas de la compañía que heredó de su padre y desde entonces ha multiplicado sus acciones por 25, logrando ingresos hasta por 18 mil millones de dólares en 2021.
Entre sus otras inversiones está la cadena de cines Grupo Cinemex, la cual adquirió por 315 millones de dólares en 2008. Actualmente se encuentra compitiendo por la unidad mexicana Banamex de Citigroup junto con Banorte y Slim. Y con todo esto, ¿a cuánto asciende la fortuna del magnate?
De acuerdo con el Índice de multimillonarios de Bloomberg, el patrimonio neto de Germán Larrea es de 21.3 mil millones de dólares, lo suficiente para adquirir 12.9 millones de onzas de oro o 235 mil barriles de crudo.
Al igual que la mayoría de los grandes magnates del mundo, Germán Larrea no empezó desde cero.
Germán es el único hijo sobreviviente de Jorge Larrea, quien fue conocido como el rey del cobre en México hasta su muerte en 1999.
El imperio Grupo México del patriarca comenzó con un negocio de construcción que fundó en 1942 y se expandió a la minería en las décadas siguientes mediante la compra de activos mineros de cobre del gobierno mexicano durante una venta de privatización que comenzó a fines de la década de 1980.
En 1994, Germán se convirtió en presidente de la compañía en la que posee una participación directa del 19 por ciento mientras el holding de su familia posee otro 40.5 por ciento. En 1999, adquirió Asarco por 2 mil 200 millones de dólares lo que le dio una participación en Southern Copper, el activo más grande de Grupo México en la actualidad.
En 2008 compró Grupo Cinemex y en 2015 llegó a controlar el 42 por ciento del mercado de cines de México. Se calcula que los ingresos de la compañía fueron de alrededor de mil 300 millones de pesos en 2020.
Grupo México no solo se ha destacado por su poderío sino por protagonizar lo que el gobierno ha calificado como el peor desastre ambiental en la historia de la minería en México.
En 2014, fallas en las instalaciones de la mina Buenavista del Cobre, perteneciente a la empresa ubicada en Cananea, Sonora ocasionó el derrame de 40 mil metros cúbicos de lixiviados de sulfato de cobre acidulado en el Arroyo Tinajas, fluyendo desde los ríos Bacanuchi y Sonora hasta la presa Molinito, que surte de agua a la ciudad de Hermosillo.
El derrame causó la afectación de cuatro cuerpos de agua, implicó pérdidas para los agricultores de la cuenca y daños en la salud de 270 personas.
Como si no hubiera sido suficiente, en 2019 una de sus mineras vertió ácido sulfúrico en el Mar de Cortés, una zona de gran biodiversidad, sumando 22 accidentes ambientales en el país, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (Semarnat).
Al negro historial ambiental se suma la explosión de la mina de carbón de Pasta de Conchos que cobró la vida de 65 mineros. En ese entonces, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) acreditó en una recomendación que la mina no contaba con las medidas de seguridad necesarias.
