Ante la UEFA, Borussia Dortmund denunció insultos racistas por parte de los jugadores del Sevilla FC durante el partido de la Youth League.
El destino de los “gestos despectivos y ruidos de mono”, según reportó el diario Ruhr Nachrichten, eran para el guineano Abdoulaye Kamara. El primer tiempo del encuentro se paró durante varios minutos debido a una tangana generalizada a partir del hecho. El árbitro montenegrino Milos Boskovic no intervino en el mismo, ni reportó lo sucedido en su informe oficial, por lo que aparentemente no habría escuchado los agravios.
Aunque algunos jugadores del Sevilla se disculparon con sus colegas del Dortmund, para Lars Ricken, el incidente está lejos de terminarse. El excampeón de Europa con el equipo aurinegro, hoy director de la academia juvenil, reveló a la agencia SID que el club presentó una queja contra los españoles al órgano rector del fútbol europeo:
“Hemos protestado eso. Los muchachos estaban conmocionados y molestos. Aunque creo que no pasará nada porque el árbitro no escuchó ni notó nada”.
El entrenador de la sub-19 del BVB, Mike Tullberg, contó que “En el descanso decidimos junto con los muchachos seguir jugando”. En el futuro, sin embargo, Ricken quiere proceder de manera diferente:
“Si hay más incidentes de este tipo en el partido de vuelta del martes u otro partido, abandonaremos el campo. No a la tercera vez, sino a la primera. No se puede tolerar algo así”.
