La incertidumbre por la estabilidad del banco Credit Suisse continúa vigente debido a que restan semanas para la presentación del balance de su tercer trimestre del año, documento del cual se desprenderá si los responsables de la situación financiera del banco tienen margen para revertir los márgenes de la debacle.
La crisis de uno de los bancos más grandes de Europa se destapó luego de que en un memorando interno enviado al personal la semana pasada, el CEO de la entidad, Ulrich Koerner prometiera actualizaciones periodicas durante este "período desafiante".
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"Sin duda habrá más ruido en los mercados", agregó en su nota, para luego remarcar que Credit Suisse estaba "bien encaminada" con su revisión estratégica del 27 de octubre, que probablemente también incluya ventas de activos o salidas del mercado en todas las unidades.
Las acciones de Credit Suisse han perdido más de la mitad de su valor este año, cayendo a un nuevo mínimo el lunes, mientras que el precio que los inversores tienen que pagar para asegurar la deuda del banco alcanza niveles récord
Los inversionistas están preocupados acerca de cómo el banco cubrirá el costo de su plan de reestructuración y cómo podría impactar este para la solidez de su capital, especialmente durante un período en el que el banco de inversión ha estado sufriendo grandes pérdidas. El coeficiente de capital de Credit Suisse se encuentra muy por encime del requisito mínimo normativo internacional del 8% y del 10%.
El mercado se comporta con expectativa por el plan de reestructuración del 27 de octubre.
Mientras tanto, el gobierno suizo ha estado trabajando en una nueva ley desde marzo que proporcionaría un respaldo de liquidez pública para los bancos sistémicamente relevantes.
Aunque la nueva ley no se aprobaría hasta el próximo año, los funcionarios podrían actuar para ayudar a Credit Suisse en caso de que necesite liquidez, informó Neue Zuercher Zeitung.
Información publicada esta mañana por Bloomberg News indica que Credit Suisse busca reestructurar las áreas que han generado desconfianza producto de las malas decisiones que han producido su asesoría financiera.
El banco está tratando de atraer a un inversionista externo para inyectar dinero en una escisión de sus negocios de asesoría y banca de inversión, para que este tome una participación parcial para proporcionar capital y ayudar a financiar los costos de contratar y mantener el talento, específicamente para su área de asesoría y negociación junto con la unidad de finanzas apalancadas.
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"El banco de inversión de Credit Suisse se encuentra en el corazón de la reestructuración planificada por Koerner después de que acumuló enormes pérdidas y jugó un papel de primera línea en algunos de sus mayores escándalos", revelaron desde el sitio financiero.
Específicamente, la compañía está tratando de reducir los riesgos y costos asociados con el negocio, mientras mantiene al menos algunos de los ingresos y capacidades para atender a los clientes de gestión patrimonial.
El precio de las acciones de Credit Suisse están en mínimos históricos.
Las conversaciones sobre revivir la reputación de First Boston para las empresas escindidas, que obtendrían la mayor parte de sus ingresos de Estados Unidos, también están avanzando, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas.
El banco también está considerando otras opciones y las deliberaciones aún están en curso. Varios de los principales ejecutivos del banco, incluidos varios jefes comerciales, tuvieron que firmar acuerdos especiales de confidencialidad ya que los planes deben concluirse y no hay confirmaciones rotundas, revelaron.
