La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hace unas semanas sus nuevas recomendaciones para la atención del posparto. Las directrices son de aplicación internacional e incluyen 63 recomendaciones, de las cuales 32 de ellas ya existían y las 31 restantes son nuevas o actualizadas. Parten del dato de que, según la OMS, “más de tres mujeres y bebés de cada diez no reciben actualmente atención posnatal en los primeros días tras el nacimiento”. Una etapa que, según señalan desde la organización, es “un momento crucial para el recién nacido y la madre”.
El nuevo documento completa la trilogía de directrices internacionales sobre embarazo, parto y posparto de la OMS. Algunas de las medidas del nuevo documento apuntan a la necesidad de implicación del padre o pareja en el cuidado del bebé, el aumento de las consultas médicas para la madre y el recién nacido o la atención a la salud mental de la mujer. El documento explicita que los cuidados del bebé deben ser tarea de toda la familia, y no solo de la madre. Se busca fomentar “la participación de la pareja, para que esté presente en los reconocimientos, por ejemplo, brinde apoyo a la mujer y atienda al recién nacido”. También se pretende facilitar la llegada del bebé a casa, “ayudando a las familias a interactuar con los bebés y responder a sus señales, mantenerse en contacto estrecho con ellos y ofrecerles calor y bienestar”.
La salud de la madre ocupa un capítulo importante de las recomendaciones, y no solo desde el punto de vista físico, sino también con una perspectiva de salud mental. Se proponen, por ejemplo, “cribados para detectar depresión y ansiedad posparto en la madre, con servicios de derivación y tratamiento de ser necesario”. Se recomienda evitar tratamientos farmacológicos para evitar mastitis, con la alternativa de la aplicación de frío o calor, y también para prevenir el estreñimiento, proponiendo una correcta alimentación. Sí se recomienda la analgesia para el dolor perineal, junto con la aplicación de frío local.
Las 63 recomendaciones se agrupan en tres grandes bloques: cuidados de la madre, cuidados del bebé y líneas para el sistema sanitario. Hay medidas que se recomiendan, otras que no y otras que solamente están indicadas bajo determinadas circunstancias. Para las mujeres que acaban de parir se recomiendan una serie de cuidados, tanto en salud física como mental:
No se recomiendan las siguientes prácticas:
Y se recomiendan solo en determinadas circunstancias, dependiendo de cada caso y de su contexto, medidas como la prueba posparto de VIH en entornos de alta incidencia del SIDA, pruebas de tuberculosis en zonas de alto impacto de esa enfermedad, tratamientos para los parásitos intestinales, o los suplementos de hierro (solos o con ácido fólico) para reducir el riesgo de anemia en entornos donde la anemia gestacional es un problema de salud pública.
Por último, solo bajo determinadas circunstancias y en función del contexto se debe aplicar clorhexidina al cordón umbilical para prevenir infecciones, suplementar con vitamina A en entornos de alta mortalidad infantil o utilizar vitamina D en lactantes solo en determinados contextos.