El Síndic de Gregues se suma a la petición de la CUP, y propone crear una oficina para fiscalizar a los Mossos d'Esquadra. Rafael Ribó considera «insuficiente» la labor de la Unidad de Asuntos Internos y por ello aboga por «un mecanismo público e independiente de control, evaluación e investigación» de las actuaciones policiales, que presidiría él mismo.
Como ejemplo, Ribó ha aludido a comisiones de derechos humanos que se han implementado en algunos países, así como al papel del defensor del pueblo en Irlanda del Norte. Dicho órgano estaría formado por «personas con capacidad reconocida en el campo de la seguridad, el derecho y la ética», con el objetivo de «supervisar» al Cuerpo catalán.
Además, durante su intervención este viernes durante la comisión de estudio del modelo policial en el Parlament, el Síndic ha instado a «concretar el marco de actuación del uso de la fuerza» por parte de los Mossos, que «ejercen el monopolio», con los dispositivos que la Cámara catalana considere más adecuados: armamento, cañones de agua o sus actuaciones para dispersar protestas.
A pesar de que la Policía catalana ya cuenta con una Unidad de Mediación, Ribó ha insistido en la necesidad de crear «mecanismos alternativos» para evitar que los agentes recurran al uso de la fuerza. Por ello, tras recordar que toda actuación de un uniformado se rige por los principios de oportunidad, congruencia y proprocionalidad, ha reclamado «más formación y medios» para que los agentes busquen «una resolución alternativa a los conflictos».
Sancionar a los agentes
En octubre del 2021, la CUP, que preside la comisió sobre el modelo policial, ya propuso la creación de una suerte de oficina de transparencia que pueda sancionar a los mossos si se considera que cometen malas prácticas. Así lo anunció la diputada antisistema Eulàlia Reguant, que abogó por buscar un mecanismo alternativo «al margen de la justicia y con mayor celeridad».
