Julián Domínguez, titular de Agricultura, sostuvo que el Gobierno no tiene en mente incrementar las retenciones y que no hay un proyecto en este sentido.
El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, salió a exponer las importantes diferencias de criterios que hay dentro del Gobierno. Luego de que esta mañana el presidente Alberto Fernández hablara sobre la necesidad de aumentar las retenciones al campo y hasta le pidió al Congreso que apoye un eventual proyecto en este sentido, el funcionario sostuvo sin vueltas que "de ninguna manera se van aumentar las retenciones ni enviar un proyecto de ley".
Esta declaración, a través de la cuenta oficial de twitter del titular de Agricultura, llegó apenas unas horas después de la entrevista de Fernández en Radio con Vos, y abre un nuevo capítulo en la ya larga historia de desencuentros entre funcionarios del Gobierno.
"Necesitamos desacoplar los precios internos de los externos. El instrumento con el que se hace eso más fácilmente son las retenciones. Ahora, las retenciones son un tema legislativo y necesito que el Congreso entienda el problema y llegado el caso acompañe una decisión de esa naturaleza", sostuvo el presidente, en un mensaje respecto del camino que se pretende tomar.
Domínguez también afirmó que "desde que asumí, la preocupación del Presidente es el aumento de los alimentos para las y los argentinos", aunque luego descartó que la estrategia que se vaya a tomar tenga que ver con una modificación en las retenciones.
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Este punto es, desde hace tiempo, una pelea entre distintos funcionarios del Gobierno, aunque son los más cercanos al kirchnerismo aquellos que ven con buenos ojos la suba del impuesto a las exportaciones del agro.
De hecho, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, advirtió en varias reuniones con los referentes del campo que, si no se lograban determinados acuerdos o no se tenía el apoyo para implementar ciertas medidas, se aplicaría el incremento a las retenciones.
Del otro lado, justamente Julián Domínguez siempre mantuvo firme en su postura de no subirlas, ya que las considera perjudiciales para la economía en general.
