El espigado rescatista regresa, tiene el pantalón lleno de polvo de los escombros, las botas maltratadas por el trabajo unidas con un esparadrapo, por su frente corren espesas gotas de sudor. Está agotado, se le nota en rostro, pero no deja de verse en sus labios una media sonrisa. En Cuba Joven, contamos la historia de Tony, un de los jóvenes que participó en las labores de rescate y salvamento tras la explosión en el hotel Saratoga.