El miércoles fue un día glorioso para los españoles, uno de esos días en los que todo sale bien y nos hace sentir bien, algo que veníamos echando de menos después de meses de malas noticias, de caras largas, en que los problemas se amontonaban como si alguien nos hubiera echado el mal de ojo. Para que, de repente, las cosas empezaran a encajar, las sonrisas reaparecieran sin que ni siquiera la política, con uno de sus patinazos más serios las borrase. Todo vino del deporte, para que digan que no sirve para nada. Como si el triunfo de Carolina Marín en el campeonato europeo de bádminton, tras once meses de ausencia por una grave lesión, nos hubiera recordado que...
Ver Más