La calle del Infierno es ese lugar que ve crecer a los sevillanos a horas distintas en función de su edad. Los pequeños suelen colonizar los pasillos entre las atracciones a media tarde, cuando ya se ha almorzado y los padres han reservado un tiempo para ellos. También los hay que prefieren ir temprano, cuando los cacharritos abren a media mañana, para esquivar las colas. Pero estas familias son las menos. Cuando esos mismos niños se hacen mayores, las visitas al Infierno se retrasan a la noche y la madrugada.
En este apéndice del real no se descansa y en este arranque de la Feria 2022 la masiva afluencia que
está complicando mucho la logística en las casetas
, está suponiendo, en...
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