La Pampa no es solo sinónimo de turismo rural, también tiene termas, reservas naturales y hasta una ruta del vino.
Con nuevas propuestas y la reedición de los atractivos tradicionales, La Pampa se posiciona como una propuesta muy interesante para realizar un paseo diferente en Argentina. Aquí, algunos de los lugares turísticos de La Pampa más relevantes:
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Este es otro lugar de interés en toda la provincia. El gran embalse de Casa de Piedra logró cambiar las vistas de este desamparado paisaje al facilitar lugar a la creación de una laguna y la tradicional villa turística que creció a sus orillas. La mayoría de los habitantes utilizan esta zona como su lugar favorito para pasar un fin de semana en un ambiente cálido y agradable.
El Mirador de Las 4 provincias es uno de esos lugares donde los visitantes se hacen parte activa del desierto. El recurso principal aquí es el Río Colorado y las obras que se han llevado a cabo sobre sus aguas, entre las que resaltan a simple vista la Toma Libre y el Puente Dique Punto Unido, haciendo que la colonia sea uno de los destinos más lindos de La Pampa.
Reconocida en toda la patagonia como la sede de la Fiesta de la Alfalfa y el Petróleo, la historia de esta localidad se remonta a fines del siglo XIX, momento en el cual se establecieron familias de distinto origen español e italiano.
Debes visitar sus miradores, sus plazas y sus calles para dejarte encantar.
Llegaron a la Argentina en 1985 procedentes de México, Bolivia y Paraguay, huyendo de los desmanes sociales, robos, cuatrerismo, y otras calamidades. Se establecieron en una colonia de 10.000 hectáreas conocida como "Nueva Esperanza" a 40 kilómetros de Guatraché. Los campos que componen la colonia, todos con tranqueras flanqueadas por pinos y cipreses, y casas de adobes o de ladrillos, pintadas de celeste, negro o amarillo ocre.
Dueños de una particular forma de vida y de trabajar la tierra, alejados de las comodidades del mundo contemporáneo, los Menonitas, seguidores de Simons Menno, conservan sus costumbres y tradiciones holandesas y alemanas. Llevan una vida sencilla, alejada de los más elementales signos de la modernidad.
Pese a los siglos conservaron sus costumbres: son agricultores, hablan un dialecto mezcla de holandés y alemán y sus hijos reciben la misma educación que sus tatarabuelos.
La flora del lugar está formada por caldén, algarrobo, sombra de toro, chañar y chañar brea, jarilla y alpataco. La fauna está compuesta por comadreja, tuco tuco, ñandú, guanaco, puma, gato de los pajonales, gato montés, zorro gris, halcón común, aguilucho, cachalote, cabure y especies exóticas como ciervo colorado, jabalí y liebre.
Al agudizar el oído se podrá reconocer el canto del cardenal amarillo o del halconcito gris, especies protegidas y consideradas en peligro.
Además, en este Parque Nacional se destacan el Cerro de la Sociedad Científica, punto más alto del Parque y el Valle de las Pinturas, una muestra del arte rupestre tardío de la región, con motivos geométricos en colores rojo y negro, de una antigüedad aproximada de 2000 años. Las sierras permiten la acumulación de agua, creando un microclima, que fue aprovechado por el hombre desde épocas prehistóricas.
La actual capital de La Pampa, cuenta con más de 150.000 habitantes, posee un ambiente disipado y un contorno cultural en vía de desarrollo. Cuenta con pulcros alrededores con albercas como la más visitada Don Tomás, donde podrás disfrutar de un parque y selvas de caldenes.
Su eje urbano brinda nuevos servicios. Cuenta con atrayentes museos de arte. Si bien en el eje se localizan diversos inmuebles antiguos, es sobre todo una prenda para los apasionados de la arquitectura actual, en esta zona recalca el monumental del Centro Cívico, construido en un diseño brutalista, la Basílica y el Casino.