Abrir la carpeta de imágenes del móvil es encontrarse miles de fotografías que, en la mayoría de los casos, han quedado relegadas al olvido.
Es la era de la tecnología, de guardar en formato digital los recuerdos. Y, sin embargo, ante cualquier accidente…quedan perdidos.
Por ello, desde hace unos años, es habitual que, al acabar el año o comenzar uno nuevo, se vacíen las carpetas de imágenes y llegue a casa un álbum con las fotos seleccionadas que van a servir de recuerdo de por vida.
“Antes, con los carretes, se elegía muy bien qué disparo hacer. Ahora, con los móviles, se hacen cientos, pero se quedan relegados al olvido. Son muchos los encargos que nos llegan para regalar a los abuelos, que por ejemplo no se acostumbran a este tipo de recuerdo digital. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, son muchos quienes deciden hacer álbumes anuales con lo mejor de los 365 días” explican desde DPBook.
En primer lugar, los móviles se estropean, pierden o quedan obsoletos. Esto hace que, con ellos, sean muchas las imágenes que quedan relegadas al olvido o a la pérdida. Pese a que mucha gente opta por subir las imágenes a la nube, es difícil estar revisándolas de forma habitual. Estando en papel, se ven, se coge un álbum en un rato muerto en casa, se ve un marco o cuadro…se disfrutan de nuevo los recuerdos.
En segundo lugar, sirven para crear hogar. Nada como apostar por decorar con los recuerdos de la familia, con texturas e imágenes que recuerden que lo que une todo, en realidad, es esa sonrisa, esa mirada cómplice, ese amor que se ve en imágenes y en instantáneas que pasarán a la posteridad y que han inmortalizado un momento importante.
Finalmente, como tercer motivo está el poder compartir con los seres queridos imágenes que signifiquen algo para quien la recibe. Una celebración, una tarde en familia, un lugar del recuerdo…todo hace que sea recibido con la mayor de las ilusiones. Además, hoy en día existen mil formas de usar esa imagen: impresa en telas, fotografía vintage, como felicitación navideña o de cumpleaños…
