Las farmacias valencianas podrán notificar a partir de esta semana los resultados positivos de los test de antígenos que se realicen presencialmente en sus instalaciones. Una medida que busca paliar el colapso que viven los centros de salud ante la ola de contagios de coronavirus masivos que la variante ómicron.
En cualquier caso, serán las oficinas quienes decidan si aplican o no este protocolo, por lo que no estará generalizado. Además, el cliente también tendrá la potestad de solicitar que no se incluya su positivo en el registro de la Conselleria de Sanidad.
El sistema se pondrá en marcha en «cuestión de horas o días», según ha indicado este lunes el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que confía en que el Gobierno central tome medidas para controlar el precio de los autotest.
Sin embargo, y tras las palabras de Pedro Sánchez en las que ha aludido a un cambio de fase en la gestión de la pandemia, Puig ha señalado que, aunque podría ocurrir a «medio plazo», «no estamos en condiciones de esa evolución hacia un estadio de enfermedad endémico». Lo contrario, ha incidido, sería dar «la imagen de que la pandemia está superada» cuando hay un «gran estrés» en Atención Primaria.
El jefe del Consell ha vuelto a poner el foco en la importancia de la vacunación y ha animado a inocularse al 5% de la población que queda sin inmunizar. En ese sentido, este lunes la Comunidad Valenciana ha recibido 66.690 dosis para adultos, que se destinarán a los pinchazos de refuerzo en mayores de 50 años. También han llegado otras 72.000 pediátricas para retomar el proceso en los niños de 5 a 8 años.
Precisamente, la Conselleria de Sanidad ha informado este lunes de que ya ha citado a todos los docentes -109.120- susceptibles de recibir la dosis de recuerdo, aquellos que recibieron la doble pauta de AstraZeneca y no han pasado el coronavirus en las últimas tres semanas. De ellos, el 76,37% -83.338- han acudido a la cita.
Nuevas cuarentenas en los colegios
La vuelta presencial a las aulas tras las vacaciones de Navidad se ha producido sin «problemas graves», según Puig, que ha confirmado que la Comunidad Valenciana seguirá el criterio adoptado por la Comisión de Salud Pública de no confinar a toda una clase hasta que no haya cinco positivos o los contagios afecten a un 20% de los alumnos en un periodo igual o inferior a siete días.
Un cambio en las «reglas del juego» que el Colegio de Enfermería de Valencia no ve con buenos ojos. La organización ha pedido ampliar esas cuarentenas a diez días hasta que se alcance el pico de la sexta ola para evitar el número creciente de contagios, al tiempo que ha reivindicado de nuevo el servicio de enfermería escolar en los centros educativos valencianos.
A las críticas del STEPV por la «falta de información» sobre este nuevo protocolo se ha sumado este lunes el sindicato CSIF, que ha exigido a la Conselleria de Educación que actualice las bajas docentes con las que se ha reiniciado el curso y aplique el sistema de susticiones rápidas, pues «tardan hasta diez días en producirse».
