Los Mossos d'Esquadra han detenido este lunes a una cocinera de la prisión de Mas d'Enric, en Tarragona, por introducir droga y teléfonos móviles en el penal.
Según ha informado el Departamento de Justicia, los servicios de información del centro sospechaban de la actividad de la mujer, de 35 años, y alertaron a la policía catalana. Ha sido a las ocho de la mañana cuando, a su llegada al centro para comenzar la jornada laboral, los agentes la han arrestado.
Durante el registro, los mossos han localizado a la mujer con varios paquetes de sustancias estupefacientes así como con cinco teléfonos. Fuentes penitenciarias han explicado a ABC que la investigación arrancó después de que en las últimas semanas incautasen gran cantidad de dispositivos móviles, algunos incluso de gran tamaño, «tipo tablet».
Ante esta situación, la cocinera comenzó a estar bajo sospecha, y es que el que personal laboral de la prisión no se somete a ningún registro para su entrada al centro, indican las mismas fuentes. «La cocina es un lugar donde también trabajan internos y desde allí es fácil que se distribuya el material», señalan.
En ocasiones, los encargos los hacen familiares o conocidos de los presos, que ingresan dinero en la cuenta del trabajador que accede a introducir el material prohibido en las cárceles. «Lo hacen bajo pago», señala un funcionario, quien también apunta que las pesquisas pudieron comenzaron por el chivatazo de otro preso.
