Hay calles en Sevilla que no se lavan desde hace meses. Hay otras que, de hecho, nunca han sido sometidas a un baldeo a conciencia para eliminar la capa de mugre que las cubre. Es el caso de la calle Baños, cuya polémica reurbanización concluyó hace ahora justo dos años. Desde entonces, pese a los 600.000 euros que costó la reforma de la calle, ha ido incrustándose una costra de suciedad que ya no arregla ni la lluvia. En estos últimos días en los que han vuelto las precipitaciones, el pavimento tricolor que instaló la Gerencia de Urbanismo está mugriento por la pringue, sobre todo en algunos rincones que no aparecen aún en la ruta de Lipasam.
El Ayuntamiento de...
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